Ángeles,

mensajeros de la voluntad de Dios

 

Obispo Alejandro(Mileant).

Traducido por Dra. Elena Ancibor/ Cecilia Boschkowitsch

 

 

 


Contenido: Dos mundos — físico y espiritual.   La naturaleza de los Ángeles, sus grados o categorías, y su servicio.   Los Ángeles caídosActividad para con los humanos.   Ángel de guardia.   En el apéndice: Falsos Ángeles (por Dr. Esteban Bushnel).


 

 

 

Dos mundos: físico y espiritual

El mundo tendría un contenido muy pobre si en el existiera solo lo que el hombre puede percibir con sus sentidos externos.

La misma existencia en un mundo así, sin el pasado ni el futuro, donde la muerte, inceremoniosamente, trunca cualquier iniciativa creadora, todo avance hacia el bien y la felicidad, sería una trágica contradicción.

Pero el hombre puede con su razón y sentido espiritual ensanchar notablemente su comprensión del mundo y ver, que además de la parte física, existe un enorme mundo espiritual. El materialismo del fin de siglo pasado (19) y el principio del actual (20), se reía de la sola posibilidad de la existencia de otras formas de vida, además de las que están en la tierra. Sin embargo, gracias al rápido progreso de las ciencias en los últimos 50 años, el horizonte del hombre contemporáneo se ensancha. Ahora sabemos que el Universo, en el cual vivimos, es muy grande, pero no infinito. La misma comprensión del mundo se hizo mas espiritual. Los científicos comprendieron que la materia no representa un sólido inamovible y una existencia eterna, sino es una de las manifestaciones de la energía. La , a su vez, puede tomar otras formas completamente diferentes a átomos y moléculas, que conocemos. Por eso, fuera de los límites del mundo visible, pueden existir otros mundos totalmente distintos al nuestro. Estos descubrimientos de la ciencia y los vuelos interplanetarios crearon un movimiento en la literatura y la cinematografía actuales sobre los encuentros con los seres de otras galácticas y mundos. Este entusiasmo ante lo extraño y extraterrestre, desgraciadamente, muy a menudo se mezcla con una fantasía enfermiza y tiene un carácter semidemoníaco. Sin embargo está claro que el hombre contemporáneo tiende a ensanchar los limites de su existencia terrestre.

Como contraparte de toda fantasía y desvaríos de los teósofos y espiritistas; la religión cristiana brinda al hombre actual un concepto claro y sano sobre el mundo espiritual. El cristianismo enseña que además de nuestro mundo físico, existe un gran mundo Angélico. Los ángeles, igual que los humanos, tienen intelecto, la libre voluntad y los sentidos, pero son espíritus incorpóreos. así en realidad, el mundo humano es sólo una gota en el mar de la vida inteligente.

 

 

La naturaleza de los Ángeles,

su jerarquía y su actividad

Según las Sagradas Escrituras, los Ángeles, al igual que los hombres y todo lo existente, son creados por Dios. En las palabras: "En el principio Dios creo el Cielo y la tierra" (Gen. 1:1) se puede ver la primera indicación de que Dios creo el mundo angélico, que es la contraparte de la "tierra" o mundo físico, y se llama "el cielo." Los Ángeles ya existían cuando fue creado el cielo de estrellas, lo que se percibe de las palabras del Señor dirigidas a Job: "Cuando fueran creadas las estrellas, me alabaron todos mis Ángeles" (Job 38:7).

Sobre la creación de los Andeles dice San Gregorio Nacianceno, lo siguiente "Como para la bondad Divina no alcanzaba la contemplación de Si mismo, sino era menester que esta se propagara cada vez mas lejos para que el numero de beneficiados aumentara — como es natural para la Suprema bondad — así Dios piensa en la creación de las fuerzas angélicas y Su pensamiento se hizo hecho, por medio del Verbo y se realizó por el Espíritu... Como las primeras criaturas satisfacieron a Dios, entonces pensó en el mundo visible y material."

Ángel significa "enviado" o mensajero. Con estas palabras se define principalmente su relación con los hombres. Ellos, como hermanos mayores, nos hacen conocer la voluntad de Dios y nos ayudan en nuestra salvación. El hombre desde su estadía en el paraíso, conocía la existencia de los Ángeles. Esto se refleja en muchas religiones antiguas. A los humanos es difícil entender la vida de los Ángeles y el mundo en el cual estos viven, porque es completamente diferente al nuestro. Se sabe que los Ángeles sirven a Dios, cumplen Su voluntad y Lo alaban. Como Ellos pertenecen al mundo espiritual, generalmente nos son invisibles. "Cuando los Ángeles, por la voluntad de Dios, aparecen a los hombres, que lo merecen, se ven, no como son en realidad, sino transfigurados de manera tal, que los humanos los pueden ver," explica San Juan Damasceno. En el libro de Tobías, el Ángel que acompaño a él y a su hijo, habla de si mismo: "Todos los días, cuando ustedes me vieron, yo comí y bebí — esto sólo les parecía a ustedes" (Tobías 12:19). "Sin embargo, — dice San Juan Damasceno, — los Ángeles se llaman incorpóreos e inmateriales, sólo en comparación con nosotros ya que comparados con Dios, todo es mas tosco y material. Sólo la Divinidad es totalmente incorporal e inmaterial."

Los Ángeles sobrepasan al hombre con sus fuerzas espirituales. Pero son limitados en su fuerza y sabiduría — solo Dios es Omnipotente y Omnisapiente. Careciendo de cuerpo, los Ángeles menos que los hombres dependen del espacio y lugar, e instantáneamente aparecen donde tienen que actuar. Pero no se puede decir, que Ellos existen en todo independientemente del espacio y lugar. Las Sagradas Escrituras representan a los Ángeles bajando del Cielo a la tierra y subiendo de la tierra al Cielo.

Los Ángeles fueron creados inmortales, como testifican las Sagradas Escrituras, Ellos no pueden morir (Luc. 20:36). Sin embargo su inmortalidad no es intrínseca, depende de Dios. Los Ángeles , como espíritus incorpóreos, son en alto grado capaces de un desarrollo interno y su intelecto es mas elevado que el humano. Por su poder y fuerza , como explica el Apóstol Pedro, Ellos sobrepasan a todos los poderes y fuerzas terrenales (2 Pedro 2:11). Pero también sus altas cualidades espirituales tienen limites. Las Escrituras indican que Ellos desconocen la profundidad del Ser (de la Esencia) de Dios, que conocen sólo El Espíritu Divino (1 Cor. 2:11); no conocen el futuro, conocido solo por Dios (Marc. 13:32); asimismo no perciben en forma completa el misterio de la Salvación, que desean conocer (1 Pedro 1:12); y hasta no conocen todos los pensamientos humanos (1 Reyes 8:39). Finalmente no pueden por si solos, sin la voluntad de Dios, hacer milagros.

El mundo de los Ángeles aparece en las Sagradas Escrituras como muy grande. Cuando el profeta Daniel vio a Dios Padre, a sus ojos se presentó, que: "millares de millares Le servían, y millones de millones asistían delante de él" (Dan. 7:10). "Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de los ejércitos celestiales, que alababan a Dios, y decían: Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres" (Luc. 2:13).

"Imagina, — dice San Cirilo de Jerusalén, — cuan numeroso es el pueblo romano, imagina cuan numerosos son los otros pueblos actualmente existentes y cuantos de ellos murieron en 100 años; imagina cuantos estarían sepultados en 1000 años; imagina a los hombres desde Adán hasta nuestros días: toda su enorme cantidad. Todo esto es poco en comparación con los Ángeles — que son mas numerosos! Ellos son las 99 ovejas — el linaje humano equivale a 1 oveja! Por la amplitud de lugar se puede juzgar sobre el numero de los habitantes. La tierra, donde vivimos, es un punto en medio del cielo, por eso el cielo que la rodea, tiene comparativamente a su tamaño, mayor número de habitantes. Así los cielos de los cielos contienen una cantidad innumerable de éstos. Si está escrito, que: "millares de millares Le servían, y millones de millones asistían delante de él" — eso sólo porque el profeta no pudo expresar un número mayor."

Considerando el numero tan alto de Ángeles, se puede pensar que en su mundo, igual que en el mundo físico, existen distintas categorías o grados de perfecciones y distintos peldaños o jerarquías de las fuerzas celestes. Así la palabra de Dios llama a unos "Ángeles" y a otros "Arcángeles" (1 Tes. 4:16; Judas 9).

La Iglesia Ortodoxa, siguiendo a antiguos escritores eclesiásticos y Padres de la Iglesia, divide al mundo de los Ángeles en 9,categorías o grados y estos en 3 jerarquías, con 3 categorías en cada una. En la 1º jerarquía se encuentran los Espíritus que se ubican más cerca de Dios: Tronos, Querubines y Serafines. En las 2º y media — Potestades, Dominaciones y Fuerzas. En la 3º y mas cercana a nosotros — Ángeles, Arcángeles y Principios. Así sobre la existencia de los Ángeles y Arcángeles nos testifican casi todas las páginas de las Sagradas Escrituras. Sobre los Querubines y Serafines hablan los libros de los Profetas. Querubín significa Conocimiento intelectual; Serafín significa "llameante," "de fuego." Los nombres de otras categorías angélicas menciona el Apóstol Pablo en su epístola a los Efeseos, diciendo que Cristo se encuentra en el cielo, "mas arriba de todos Principios, Potestades, Fuerzas y Dominaciones (Ef. 1:21). Además de estos grados angélicos el Apóstol Pablo en su epístola a los Kolosses enseña que el Hijo de Dios creo todo lo visible e invisible: "Tronos, Dominios, Principados, Potestades" (Kol. 1:16).

Así, si agregamos Tronos a estos cuatro que menciona a los Efeseos, tendremos 5 grados angélicos. Sumándolos a Ángeles, Arcángeles, Querubines y Serafines, tendremos las 9 categorías arriba mencionadas. Sin embargo algunos Padres de la Iglesia opinan, que la distribución de los Ángeles en 9 grados, sólo cubre los nombres que nos fueron revelados en la palabra de Dios, pero no cubre otros nombres y grados angélicos, que todavía no nos son revelados. Así por ej. El Apóstol Juan en su Revelación menciona los misteriosos "animales" y 7 Espíritus cerca del altar de Dios. "Bienaventuranza y paz a vosotros de Aquel, que está y estuvo y llega y de los siete Espíritus, que se encuentran ante Su altar" (Apoc. 1:4). Nombrando a los Ángeles el Apóstol Pablo escribe, que Cristo reside en el cielo "por encima de cualquier poder... y todo nombre, nombrado no sólo en este siglo, pero también en el futuro," indicando con eso que hay grados angélicos cuyo nombre es desconocido a los humanos (Ef. 1:21).

En las Sagradas Escrituras, algunos de los Ángeles tienen nombres propios: El del Arcángel Miguel es mencionado por el Profeta Daniel, el Apóstol Judas y en el Apocalipsis (Josué 5:13, 12:1; Jud. 9; Apoc. 12:7-8). El nombre Miguel, en hebreo, significa "Quien sino Dios?" En las Escrituras El es llamado "jefe del Ejercito del Señor" y es representado como principal guerrero contra el diablo y sus servidores. Habitualmente se lo representa con una espada de fuego en la mano. El nombre Gabriel significa "Fuerza de Dios." Lo menciona el profeta Daniel y el Evangelista Lucas (Dan. 8:16; 9:21 y Luc. 1:19-26). En las Escrituras es representado como mensajero de Misterios Divinos. Se pinta con la rama del Paraíso en la mano. En las Escrituras se nombran tres Ángeles más; Rafael — "Ayuda de Dios" (Tov. 3:16; 12:12-15); Uriel — "Fuego de Dios" (3 Ezdra 4:1, 5:20); Selafiel — "El que ora a Dios" (3 Ezdra 5:16).

Cual es la finalidad de los Seres del mundo espiritual? Aparentemente ellos están creados para ser perfectos reflejos de la Grandeza y la Gloria de Dios, compartiendo Su Bienaventuranza. Si sobre el cielo visible se dijo: "Los cielos harán saber la Gloria de Dios" mas aun éste es el fin de los cielos espirituales. El profeta Isaías tuvo el honor de ver: "Al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas henchían el templo.Y encima de él estaban serafines: cada uno tenia seis alas; con dos cubrían sus rostros, y con dos cubrían sus pies, y con dos volaban. Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos: toda la tierra está llena de Su gloria" (Is. 6:1-4; Ezequiel cap. 10).

 

Los Ángeles caídos

Todos los Ángeles creados por Dios fueron buenos. Sin embargo ellos, igual que los humanos fueron dotados de libre voluntad, y podían elegir entre la obediencia a Dios y la rebelión, — entre el bien y el mal. Habiendo usado mal su libertad, parte de los Ángeles, encabezados por Lucifer, se separaron de Dios y formaron su reino — el infierno. Las palabras del Redentor: "Yo vi a Satanás que cayó del Cielo como un relámpago," se pueden referir a este pasado lejano y prehistórico, cuando en el mundo de los Ángeles se produjo un levantamiento contra Dios. Este acontecimiento está descripto en el Apocalipsis con los siguientes detalles: "Y hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus Ángeles lidiaban contra el dragón; y lidiaba el dragón y sus Ángeles. Y no prevalecieron, ni su lugar fue más hallado en el Cielo. Y fue precipitado aquel gran dragón, la serpiente antigua, que se llama Diablo y Satanás, el cual engaña б todo el mundo; fue arrojado en tierra, y sus Ángeles fueron arrojados con él" (dragón es Lucifer, Apocal. 12:7-9). Basándose en las palabras iniciales de esta revelación, donde dice que el dragón con su cola llevó consigo la tercera parte de las estrellas (Apocal. 12:4), algunos autores opinan que Lucifer se llevó la 3a parte del mundo Angélico. Después de su separación de Dios, a Lucifer llamaron "Satanás," que significa "enemigo," y "diablo," que significa "calumniador," y a sus Ángeles — demonios.

Trasformándose en malos, los Ángeles caídos tratan de atraer a los humanos al camino del pecado y la perdición. Es interesante hacer notar que los Ángeles caídos le tienen miedo a su reino de tinieblas, llamado infierno у abismo ya que ellos rogaban al Redentor de no mandarlos allí (Luc. 8:31).

El Señor llama al diablo "el asesino de la humanidad desde el principio," refiriéndose al momento cuando él, tomando la forma de una serpiente, sedujo a nuestros antepasados Adán y Eva, que quebraron la ley de Dios y con esto privaron a la humanidad de su inmortalidad (Gen. 3:1-6). Desde entonces, teniendo la posibilidad de influir sobre los pensamientos y sentimientos humanos, el diablo y sus demonios, tratan de hundir a la humanidad cada vez mas profundamente en el pecado, donde se encuentran ellos: "Quien peca es de Diablo, ya que éste fue el primero que pecó... Cada uno que peca es esclavo del pecado" (1 Juan 3:8, Juan 8:3-4).

La presencia de los Espíritus del mal entre los hombres constituye un constante peligro para nosotros. Por eso Ap. Pedro nos recuerda: "Sean atentos y vigilantes porque nuestro enemigo, el diablo, es como un león rugiente, que busca a quien tragar" (1 Ped. 5:8). Semejante llamado de atención nos dice el Ap. Pablo: "Hermanos míos, confortaos en el Señor, y en la potencia de su fortaleza. Vestios de toda la armadura de Dios, para que podéis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne; sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestas" (Ef. 6:11-12). De estas palabras de las Escrituras vemos que la vida humana es una intensa y constante lucha, para defender su alma. El hombre, quiere у no, desde su nacimiento, esta metido en la guerra entre el bien y el mal, entre Dios y demonios. La guerra esta comenzó antes de la creación del mundo y continuará hasta el Juicio Final.

De hecho, en el Cielo la guerra esta terminó con la derrota total del mal. Pero la batalla se trasladó del Cielo a nuestro mundo y al corazón de los hombres. En esta batalla contra el mal nos ayudan activamente los Ángeles buenos.

 

 

La acción de los Ángeles

con respecto a los humanos

En contraposición a los Espíritus de mal, los Ángeles tienen lástima de los hombres y ayudan a estos. Tal como escribe el Apóstol Pablo: "Son todos Espíritus ministradores, enviados para servicio el favor de los que serán herederos de la salvación" (Heb. 1:14).

Las historias sobre la ayuda de los Ángeles llenan las Sagradas Escrituras. Mencionaremos aquí algunos ejemplos. Abraham, enviando a su siervo Nacor, lo tranquilizó, asegurando que el Señor mandará con ál a Su Ángel y le ayudará en su camino (Gen. 24:7). Dos Ángeles salvaron a Loto y su familia en Sodoma, condenado a la destrucción (Gen. 19:1). El Patriarca Jacob, volviendo a su hermano Isav, fue reconfortado por la visión de un ejercito de Ángeles de Dios (Gen. 32:1-2). Poco tiempo antes de su muerte, bendiciendo a sus nietos, Jacobo dijo a José: "El Ángel que me salvo de todo el mal, que bendiga a estos mancebos" (Gen. 48:16). Un Ángel intervino en la liberación de los hebreos de la esclavitud egipcia (Ex. 14:19, 23:20).

Un Ángel ayudó a Josué Navin a conquistar la Tierra Prometida (Josué 5:13-14) y ayudó luego a Josué vencer a sus enemigos (Juec. 2:1, 6:12, 13:3). Un Ángel salvó a los habitantes de Jerusalén del aniquilamiento, destruyendo el ejercito asirio de 185000 hombres, que sitiaba a la ciudad (Is. 37:36). Un Ángel salvó del fuego a tres jóvenes tirados en un horno incandescente y luego salvó al profeta Daniel arrojado a los leones hambrientos (Dan. 3:23-26, 6:22).

La revelación del Nuevo Testamento a menudo cuenta, sobre la aparición de los Ángeles. Así un Ángel le anunció a Zacarías la concepción de San Juan Bautista. Un Ángel anunció a la Santísima Virgen María el nacimiento del Redentor, y apareció en sueños a Josй; numerosos Ángeles cantaron la Gloria del Nacimiento de Cristo; un Ángel les revelo a los pastores la buena nueva — el nacimiento del Redentor y luego impidió a los Magos de volver a Herodes. Notablemente aumenta la frecuencia de apariciones angélicas con la llegada a la tierra del Hijo de Dios. Esto el Señor predijo a los discípulos, diciendo que "desde ahora el Cielo estará abierto y ellos verán a los Ángeles de Dios ascendiendo y bajando sobre el Hijo de Hombre" (Juan 1:51). Efectivamente, los Ángeles servían a Jesucristo después de Su tentación en el desierto. Un Ángel vino a reconfortarlo en el huerto de Getsemani; los Ángeles avisaron a las mujeres miroforas sobre la Resurrección del Señor y a los, Apóstoles, durante la Ascensión, sobre Su segunda venida. Un Ángel liberó a los Apóstoles de la prisión y también al Apóstol Pedro, condenado a muerte (Hech. 5:19, 12:7-15). Un Ángel se apareció a Cornelio para indicarle que llame al Apóstol Pedro para su enseñanza de las palabras de Dios (Hech. 10:3-7).

Nuestro Señor Jesucristo varias veces habla de los Ángeles. Según El, los Ángeles llevaron el alma de Lázaro al seno de Abraham (Luc. 16:22). Los Ángeles se regocijan por cada pecador redimido (Luc. 15:10). Ellos vendrán con El antes del final del mundo y separarán a los malos de los bienaventurados (Mt. 13:39-41, 16:27). De las enseñanzas del Redentor y los ejemplos bíblicos y de la vida, vemos que los Ángeles siempre actúan como seres buenos y preocupados por el bien y la salvación de los humanos. Al mismo tiempo los Ángeles son completamente fieles a Dios. Cuando los humanos no cumplen los preceptos Divinos, los Ángeles tratan de enmendarlos y hasta los castigan. Así, por ejemplo después de que los hombres fueron echados del Paraíso, un Querubín con espada de fuego fue puesto para defender la entrada al mismo (Gen. cap. 3). Un Ángel con espada apareció a Valaam para impedir una mala acción (Num. 22:23). Un Ángel castigó a Herodes por su orgullo (Hech. 12:23). Según el libro de la Revelación, los Ángeles castigan a los pecadores (Apoc. cap. 8-19). Pero es importante entender, que el fin del castigo es positivo — es obligar a los hombres a la penitencia y a volver a Dios (Apoc. 16:11).

En general los Ángeles, siguiendo la voluntad de Dios, toman parte en la vida de naciones enteras, más de lo que se realiza. Según la visión del Prof. Daniel, hay Ángeles encargados por Dios de seguir los destinos de reinos y pueblos de la tierra (Dan. cap. 10-12). Sobre este tema los Santos padres decían: "Unos de Ellos están en presencia de Dios, otros con su acción sostienen a todo el mundo" (San Gregorio Taumaturgo, el Teólogo o el Grande).

En la Iglesia, desde los tiempos más remotos existía la tradición de dirigirse a los Ángeles en oración. En los tiempos del Antiguo Testamento, en el pueblo hebreo, sobre la toma del Arca de la Alianza y luego en el Santo de los Santos se encontraban las figuras de Querubines de oro (Ex. 25:18-22; 1 Reyes 6:23). Delante de ellos los hebreos oraban. Entre estos Querubines del Arca, Dios revelaba Su voluntad a Moisés. Los Ángeles son portadores de la Santidad Divina, por eso se le ordenó a Josué Navin, que vio al Ángel: "Quita tus zapatos de tus pies; porque el lugar donde estás es santo" (Josué 5:15).

 

Ángel Guardián

 

"Ángel de paz, fiel maestro, protector de nuestros almas y cuerpos" — nosotros pedimos a Dios, orando en el templo. La Iglesia Ortodoxa cree que el hombre al nacer, recibe de Dios un Ángel Guardián. Nuestro Señor Jesucristo dijo: "Tengan cuidado de no despreciar a ninguno de estos pequeños, porque les digo que sus Ángeles en el Cielo siempre ven la faz de Mi Padre Celestial" (Mt. 18:10).

El beato Agustín escribe: "Los Ángeles con gran dedicación y diligencia, permanecen con nosotros a toda hora y en todo lugar, nos ayudan, piensan en nuestras necesidades, sirven de intermediarios entre nosotros y Dios, elevando a El nuestras quejas y suspiros... Nos acompaña en todos nuestros caminos, entran y salen con nosotros, observando como nos comportamos entre ese genero engañoso y con que empeño deseamos y buscamos al Reino de Dios." Un pensamiento semejante tiene San Basilio el Grande: "Con cada fiel hay un Ángel, quien como niñera o pastor dirige su vida" y para demostración cita las palabras de David, el salmista: "A sus Ángeles dirá sobre ti — que te protejan en todos tus caminos..." "Ángel del Señor hará guardia alrededor de los que Le temen y los ayudará" (Sal. 90:11, 33:8).

El Obispo Theofano el Recluso enseña: "Hay que recordar, que tenemos a un Ángel Guardián y dirigirse a El con pensamiento y corazón — en nuestra vida normal y especialmente cuando ésta se agita. Si no nos dirigimos a El, el Ángel no puede aconsejarnos. Cuando alguien se dirige a un abismo у pantano con ojos cerrados y los oídos tapados — como es posible ayudarle?"

Así el cristiano debe recordar a su buen Ángel, que durante toda su vida se preocupa por él, se regocija con sus éxitos espirituales, se acongoja con sus caídas. Cuando el hombre muere, el Ángel lleva su alma a Dios. Según muchos testimonios, el alma reconoce a su Ángel Guardián, cuando llega al mundo espiritual.

 

Oración al Ángel Guardián

 

Ángel de Dios, mi Santo protector, que me fuiste dado por Dios para mi salvaguarda, te ruego: ilumíname, pretéjame de todo mal, dirígeme hacia el bien y hacia el camino de la salvación. Amen.

 

*** *** ***

 

Apéndice

 

Los falsos Ángeles

Dr. Stepan Buchnell

 

El comienzo de los años 90, fue marcado por una verdadera inundación del mercado literario por libros sobre los Ángeles. En muchos de ellos se encuentran los casos de apariciones de Ángeles a los humanos, con enternecedores detalles de su rol salvador para la vida humana. Casi todos los autores de estos libros recomiendan una actitud abierta hacia los Ángeles y una recepción confiada para todo lo que ellos ofrecen. Muchos autores exhortan a llevar una vida Ángelo-céntrica (o sea dirigida hacia una alternancia con los Ángeles) y dependiente de su buena influencia. Los autores constatan, sin embargo, el hecho de que los Ángeles que aparecen a los humanos, no siempre se comportan como tales y presentan un aspecto poco Angelical.

Contando esto, casi todos los autores no mencionan un tema de extrema gravedad: o sea, que además de los Ángeles buenos, existen el diablo y la legión de Ángeles caídos o demonios, que tratan, por todos los medios, hacer el mal al hombre, perder sus almas, y además, que estos Ángeles caídos saben camuflarse como Ángeles de la luz.

Desde los tiempos, cuando el Apóstol Pablo escribió su epístola a los Corintios (2 Cor. 11:4) y casi hasta nuestros días, en los escritos de la Iglesia se mencionan casos cuando los Ángeles caídos tomaban distintas formas — y no solo de Ángeles de la Luz, sino también de los Santos, la Virgen María y hasta el mismo Jesucristo! Por ejemplo San Juan Cassiano, en sus escritos sobre un cuidadoso reconocimiento de los Espíritus de otro mundo, cuenta como un monje se suicidó y otro hombre quiso sacrificar a su hijo como siguiendo la obediencia del Patriarca Abraham (Gen. Cap. 22). En ambos casos estas conductas aberrantes fueron provocadas por los demonios, que se les aparecieron bajo la forma de Ángeles de la Luz (Filocalia T. 1).

El Patericon de Kievo-Pechersk cuenta el caso de un joven monje Nikita quien se le apareció un "Ángel de luz." Este ángel" ordenó a Nikita no perder tiempo en oraciones y dedicarse al estudio de las Sagradas Escrituras, y le prometió a Nikita que orará por el. Después que el demonio, tomando la forma de un Ángel, comenzó a orar en la celda de Nikita, éste recibió el don de clarividencia. Pronto se hablo del nuevo "clarividente" y la gente comenzó a venir a él para recibir su consejo y dirección. Pero pronto se notу una rareza — Nikita no quería ni hablar del Evangelio — él estudiaba y citaba solamente el Antiguo Testamento. Por fin los monjes se dieron cuenta que Nikita cayó en las garras del demonio, al que expulsaron con sus oraciones. Volviendo en sí, Nikita hizo una profunda penitencia y se transformó en un monje ejemplar y esforzado. Con el tiempo fue consagrado como obispo de Novgorod. El fue un buen pastor, se distinguía por su sabiduría y el don de milagros. Nosotros lo conocemos con el nombre de San Nikita el Ermitaño.

Nuestro Señor nos prevenía: "Tengan cuidado con los falsos profetas, que vienen a vosotros en la piel de la oveja, pero son lobos feroces. Por sus frutos los reconoceréis: Es posible cosechar uvas del endrino o higos de un cardo?" (Mat. 7:15-16). El Apóstol. Pablo nos enseña: "El fruto del espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, benevolencia, misericordia, fe, dulzura, contención. Sobre éstos no hay ley... Aquellos, que son de Cristo, crucificaron su carne con pasiones y deseos" (Gal. 5:22-24).

Seguir en la vida las palabras de Cristo y del Apóstol Pablo — no es fácil, debido a nuestra imperfección, pecado, ligereza e ignorancia y también debido a la practica de muchos siglos que poseen los Espíritus del mal en su lucha contra Dios y los hombres. Hay que recordar, que hasta los hombres consagrados a Cristo, como los monjes que citamos mas arriba, no están asegurados contra la seducción demoníaca y pueden ser burlados por ella.

Por eso, si ante nosotros aparece alguien como ángel o tenemos una visión, hay que tener un gran cuidado de no confundir a un Ángel caído con uno bueno. Los Santos Padres, inspirados por el Espíritu Santo y su experiencia espiritual, nos exhortan con amor a orar con humildad y no tratar de tener visiones y experiencias exaltadas. En el caso que veamos a alguien o algo extraordinario, ser muy circumpuestos y contar, lo antes posible, el hecho a un experimentando padre espiritual. Los Santos Padres nos enseñan, que si tenemos la mínima duda sobre la naturaleza de nuestra aparición, interrumpir todo contacto con esta y dirigirnos a Dios con una intensa oración, pidiendo Su ayuda. Si este espíritu es en efecto un enviado celestial, un Ángel bueno, el se alegrará de nuestro vigilante cuidado. Mas detalles sobre ese tema se pueden encontrar en "Filocalia" y en las obras de obispo Ignacio Brianchaninov.

Resumiendo, se puede decir que las enseñazas de los Santos Padres sobre este tema, difieren radicalmente de lo que aconsejan los autores de libros populares sobre los Ángeles. Recordemos asimismo, que el diablo es un mentiroso profesional, calumniador, sembrador de confusión y discordias. El y sus Ángeles caídos, con todas sus fuerzas tratan de perdernos y para esto usan no solo la insinuación, sino muchas otras astucias, incluyendo su camuflaje en otro seres buenos. Por eso todos los fenómenos, que nos causan admiración, confusión у miedo, pueden fácilmente ser resultado de su trabajo infame contra nosotros.

Como un ejemplo plausible y actual pueden ser las apariciones de extraterrestres y el rapto de humanos causado por ellos.

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Missionary Leaflet # S14

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Editor: Bishop Alexander (Mileant).

 

(Ángels_s.doc, 01-06-2000).