Selectas Vidas

de Santos

Parte 4

 

Julio — Agosto

 

 

Obispo Alejandro Mileant.

Traducido por Elena Larionova / N. Mitakys.

 

 

 

Julio.

Jerarca Felipe, metropolitano de Moscú. Jerarca Andrés obispo de la isla de Creta.

San Procopio, Necio por Cristo. San Antonio y Teodosio. Equiapostólica, princesa Santa Olga. Príncipe San Vladimiro, Equiapostólico. La gran mártir Marina. San Serafín de Sarov. Justa Santa Militsa. El Profeta Elías. Equiapostolica María Magdalena. Mártir, Santa Cristina. Santos Mártires, Príncipes Boris y Gleb. La Beata Olimpiada Diaconisa y Confesora. El Gran Mártir y Sanador Panteleimon. Mártir Sacerdote Valentín Obispo de Interoma.

Agosto.

El Beato San Basilio Necio por Cristo. Justa Santa Nona. La Santa Mártir Susana. Jerarca Tihon de Zadonsk. Santos Mártires Adrián y Natalia. El Noble Príncipe San Alejandro Nevsky.

 

 

Jerarca Felipe, Metropolitano de Moscú.

16 de Julio, 22 de Enero (3 de Julio, 9 de Enero, según el calendario eclesiástico).

Después de los acontecimientos auspiciosos para la patria, la conquista de los reinos de Kazan y Astrakhan a mediados del siglo XVI, para el pueblo ruso comenzaron tiempos difíciles. El zar Ivan Vasilievich, luego de la muerte de su dulce esposa Anastasia, se tornó sombrío y severo. Como sospechaba de la traición de sus súbditos, se rodeó de guardaespaldas, tomó posesión de algunos pueblos y calles de Moscú en una especie de propiedad peculiar "oprichnina" — mientras que los demás pueblos y calles eran llamados la "zemschchina." Estos guardaespaldas, los oprichniki, agredían impunemente y robaban a los pacíficos habitantes. En esta difícil para Rusia época tuvo lugar la hazaña sacrificada del Jerarca Felipe.

San Felipe (en la vida laica Teodoro) provenía de una ilustre familia de los boyardos Kolichev. Su padre, Esteban Kolichev, fue muy estimado por el gran duque Basilio. Teodoro fue el primogénito del boyardo y de su devota esposa Bárbara. Desde una temprana edad Teodoro se apegó con todo su corazón a los libros religiosos y se destacó por su mansedumbre, su seriedad y por rehuir toda clase de diversiones. Debido a su alta descendencia visitaba muy seguido al zar Ivan, quien tenían su misma edad.

Siguiendo el ejemplo de su padre, Teodoro inició la carrera militar. Lo esperaba un futuro brillante. Pero, su corazón no era atraído por la vida mundana. Contrariamente a las costumbres de su época, a pesar de tener 30 años, no se había casado aún. Un domingo, hallándose en la Iglesia, lo impresionó con fuerza las palabras del Salvador: "Ninguno puede servir á dos señores; porque ó aborrecerá al uno y amará al otro, ó estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir á Dios y á las riquezas." (Mat. 6:24). Teodoro interpretó estas palabras como un llamado a llevar una vida monacal. Entonces, en secreto, vestido como un simple pueblerino, dejó Moscú y se dirigió al monasterio de Solovetsk. Allí durante 9 años cumplió sumisamente las pesadas tareas de novicio y trabajó humildemente en la huerta, panadería, y herrería. Finalmente, gracias a la voluntad de toda la hermandad, fue designado presbítero y abad. En este cargo, se preocupó celosamente por el bienestar del monasterio, tanto en el aspecto material, como también, en el moral. Mediante canales comunicó las lagunas, drenó los pantanosos terrenos donde, luego, sembró y cosechó heno, trazó los caminos en lugares antes intransitables, mejoró la producción de la sal, construyó un establo, levantó 2 majestuosas catedrales — de la Dormición y de la Transfiguración — y otras iglesias más, instaló un hospital y organizó ermitorios y monasterios en lugares desiertos (aislados) para los que ansiaban el silencio. A veces, se recluía él mismo en un lugar solitario, llamado más tarde y hasta la revolución Desierto de Felipe. Además confeccionó un nuevo reglamento para la hermandad. Allí establecía la forma de una vida laboriosa, excluyente de toda ociosidad.

El abad Felipe fue convocado a Moscú para dar un consejo espiritual. Allí, durante el primer encuentro con el zar se enteró que fue designando, por éste último, a ocupar la cátedra de metropolitano. Con lágrimas en los ojos, suplicó así al Zar Ivan: "No me separes de mi desierto. No cargues este pequeño bote con una carga tan pesada." Ivan fue inflexible y encomendó a los arzobispos y a los boyardos a convencer a Felipe a aceptar la designación. Finalmente, Felipe aceptó, pero con la condición de que el zar disolviera la oprichnina. Los arzobispos y los boyardos le pedían a Felipe a no insistir con esta exigencia, como señal de respeto a la voluntad del zar. Finalmente, Felipe cedió, viendo en el deseo del zar, el designo de Dios.

Durante los primeros años del desempeño del cargo de metropolitano por Felipe (1567-1568) se debilitaron los horrores de la oprichnina, pero esta situación duró poco. Otra vez empezaron los robos y los asesinatos de pacíficos pobladores. Felipe, en varias ocasiones, en conversaciones privadas con el Zar, trataba de persuadirlo, pero, viendo que sus palabras no tenían efecto, resolvió actuar con decisión.

El 21 de marzo de 1568, en la semana de la Unción frente a la Cruz, antes de comenzar la misa, el metropolitano se encontraba en el centro del templo, parado sobre la cátedra. Repentinamente entra en la iglesia Ivan seguido de una multitud de oprichniki. Tanto el zar, como todos los demás tenían sobre la cabeza una especie de capuchas negras, vestían sotanas negras de entre los pliegos de las cuales asomaban brillantes cuchillos y puñales. Ivan se acercó, por un lateral, al santo para recibir la bendición y en tres ocasiones inclinó su cabeza. El metropolitano permanecía inmóvil dirigiendo la mirada al icono del Salvador. Finalmente los boyardos dijeron: "Vuestra santa eminencia! El zar reclama tu bendición." El santo se volvió hacia Ivan y, como si no lo hubiera reconocido dijo: "No conozco al zar ortodoxo en esta extraña ropa, como tampoco lo reconozco en los actos de su gobierno. Hombre pío para quien has desfigurado tu hermosura con tanta diligencia? Desde que el sol brilla en el cielo, nunca se vio a los devotos zares perturbar a su propio país. Entre los tártaros y los paganos hay leyes y existe verdad, mientras que entre nosotros no hay ni las primeras ni la última. Nosotros, Majestad, le ofrecemos a Dios un sacrificio sin derramamiento de sangre, pero afuera se derrama sangre cristiana inocente. No me aflijo por aquellos, quienes al derramar su inocente sangre, se hacen merecedores del destino de los santos mártires, sufro por tu pobre alma. A pesar de que has sido honrado con la imagen de Dios, el Señor sancionará todo lo hecho por tu mano."

Ivan, lleno de ira, murmuraba amenazas, golpeaba con el bastón las losas de la cátedra. Finalmente exclamó: "Felipe! Te atreves a oponerte a mi gobierno? Veremos, veremos como es de fuerte tu fortaleza." "Zar piadoso, continuaba el Jerarca, en vano me estas asustando. Soy un forastero en esta tierra, por la verdad vivo y no hay suplicio que me silenciará." Extremadamente enfadado, Ivan salió de la iglesia ocultando su rabia hasta otro momento.

El 28 de julio, durante la festividad del icono de la Madre de Dios de Smolensk llamada Odigítria, San Felipe oficiaba en el monasterio de Novodievichi. Se realizaba la procesión alrededor de los muros del monasterio. También se encontraba allí el Zar con sus oprichniki. Durante la lectura del Evangelio, el santo notó que uno de ellos, parado detrás del Zar, tenía puesta una gorra tártara, se lo indicó a Ivan. El culpable se apresuró a sacarla y esconderla. Entonces los oprichniki acusaron al Metropolitano de mentir para humillar al zar delante del pueblo. Ivan ordenó juzgar a Felipe. Se encontraron calumniadores que falsamente acusaron al Jerarca. Al Santo no se le dio la oportunidad a desenmascararlos y fue condenado a ser despojado de la cátedra.

El 8 de noviembre, durante la festividad del Arcángel Miguel, el Santo oficiaba, por última vez en la Catedral de la Dormición. Como en el día de la acusación contra el Zar Ivan, estaba ubicado en el medio de la iglesia sobre la cátedra. Repentinamente, se abrieron las puertas de la iglesia, entró el boyardo Basmanov con numerosos oprichniki y ordenó que se leyera un pergamino; allí, al asombrado pueblo, se anunciaba que el Metropolitano era despojado de su jerarquía eclesiástica. Seguidamente los oprichniki arrancaron del Jerarca las santas vestiduras, lo vistieron en una sotana monacal rasgada, lo sacaron del templo, lo sentaron en un trineo de carga e, injuriándolo, lo llevaron a uno de los monasterios moscovitas. Se comentaba que el Zar quería quemar al predicador de Cristo en la hoguera, pero, debido a las peticiones del clero, ordenó su enclaustramiento de por vida. Simultáneamente se ajustició a muchos parientes de Felipe. La cabeza de uno de ellos, la de Ivan Borisovich Kolichev (un sobrino muy amado por Felipe) por orden del zar fue llevada al santo. El Sant Felipe la tomó con unción, la depositó delante suyo, se hincó ante ella, la besó y dijo: "Bienaventurado éres, ya que el Señor te ha elegido y te ha recibido." Luego la regresó a quien se la había enviado. Desde la mañana y hasta entrada la noche, el pueblo se agolpaba alrededor del convento, deseando ver aunque solo la sombra del santo y relataba los milagros por él realizados. Entonces Ivan ordenó que se lo trasladara al monasterio de Otroch de Tvier.

Al año siguiente, al dirigirse el Zar con su guardia a Novgorod y Pskov, mandó al oprichnik Maliuta Skuratov al monasterio de Otroch. San Felipe predijo su muerte con 3 días de anticipación y, comulgando, se preparó a recibirla. Al llegar, Maliuta, con falsa humildad se acercó al Jerarca solicitando una bendición. "No cometas sacrilegio, — le dijo San Felipe — haz aquello para lo cual viniste." Maliuta se abalanzó sobre el Jerarca y lo estranguló. Enseguida, delante de Maliuta, cavaron una fosa y depositaron al mártir en ella (23 de diciembre de 1569). Las reliquias del Jerarca Felipe descansaron en la catedral de la Dormición de Moscú, lugar que fue testigo de su magna gesta.

 

 

Jerarca Andrés,

obispo de la isla de Creta

17 de Julio (4 de julio según el calendario eclesiástico).

Jerarca Andrés provenía de Damasco, Siria. Hasta los 7 años de edad fue mudo. Recibió el don del habla después de recibir el Santísimo Sacramento. En Damasco recibió la educación primaria, estudiando lógica, retórica y filosofía antigua. A los catorce años, deseando servir a Dios, se alejó para llevar una vida asceta en el convento de San Sava el Santificador, de Jerusalén. Allí se destacó por su mansedumbre, inteligencia y una vida muy rigurosa. Fue llevado del convento de San Sava al Patriarcado de Jerusalén en calidad de secretario.

Como el cuidador del trono del Patriarca viajó, en el año 679, a Constantinopla para el sexto Concilio Universal. Al poco tiempo después del Concilio, ordenado diácono adscripto a la gran catedral de Santa Sofía y durante un tiempo dirigió el patronato de los huérfanos y de los ancianos.

Durante el reinado del emperador Justiniano II, el Jerarca Andrés fue consagrado obispo de Creta. Falleció el santo Andrés de Creta en el año 712.

San Andrés es reconocido como predicador y poeta religioso. Redactó numerosas e inspiradas plegarias y cánticos. Escribió el Magno Canon Penitente que es leído durante la Cuaresma ---"el permanecer de pie" de Andrés". También escribió el canon para la Navidad y para otras festividades, los tres cantos (cánonos, compuestos por 3 cánticos) para las vísperas del Domingo de Ramos y para los primeros días de la semana Santa, los versículos para la festividad de la Presentación de Jesús Niño en el templo y otras plegarías mas.

 

 

San Procopio, Necio por Cristo

21 de Julio, (8 de Julio según el calendario eclesiástico).

San Procopio fue un comerciante extranjero, un alemán católico, que tenía su comercio en Novgorod. Maravillado por la belleza de los oficios ortodoxos, abrazó la ortodoxia, repartió sus riquezas entre los indigentes e ingresó como monje al convento del Beato Varlaam de Ustiug, cerca de Novgorod. Poco tiempo después, rehuyendo la notoriedad, se alejó a la ciudad de Ustiug. Aquí eligió la difícil vida de necedad por Cristo, es decir, aparentar la demencia para llegar a tener una completa humildad. De esta manera se convirtió en el primer "necio" de Rusia. Muchos sufrimientos tuvo que aguantar durante el cumplimiento de su difícil sacrificio. Durante el verano y el invierno, portando 3 bastones de madera caminaba, descalzo y mal vestido, pernoctando en los atrios o, simplemente, sobre el suelo. Recibía limosnas de gente piadosa, pero, aunque estaba hambriento, nada aceptaba de los que mediante engaños habían adquirido sus riquezas, quedando así, sin comer nada durante varios días.

Una vez, durante una terrible helada, aquella durante la cual los pájaros en vuelo se congelan, el beato buscaba un refugio. En las casas no lo recibían. Hasta los perros, al lado de los cuales quería entrar en calor, huían de él. Procopio se estaba congelando. Repentinamente comenzó a soplar una templada brisa celestial y un ángel rozó su rostro. Gracias a todo esto, el beato entró en calor y volvieron sus fuerzas. Este milagro fue relatado por el beato a Simón, un clerigo de la catedral; además le pidió no difundirlo entes de su muerte.

Por sus sacrificios, el beato fue distinguido con el don de clarividencia. Un día se inclinó ente una niña de 3 años y les dijo: "He aquí a la madre de un gran santo." La niña fue la madre del Jerarca Esteban de Perm. En el año 1290, el beato durante una semana deambuló por la ciudad instando a los habitantes a arrepentirse y rezar, par que el Señor salve a la ciudad del destino de Sodoma y Gomorra (Génesis, capítulo 19). Nadie le creía. Repentinamente apareció en el cielo una nube siniestra. La nube crecía y crecía, de tal manera que el día se convirtió en noche. Centelleaban los relámpagos, bramaba el trueno con tanta fuerza que estremecía los muros de los edificios. El ruido de la tormenta tapaba el clamor de los habitantes. Todos tuvieron un presentimiento de destrucción y de muerte. Los habitantes corrieron a la catedral. Allí, ante el icono de la Anunciación, rezaba el beato. Y el milagro ocurrió. Una fragancia llenó el templo. El mirra que fluía del icono milagroso era tan abundante que se pudieron llenar todos los recipientes que se encontraban en la iglesia. La gente se untaba y se curaba de sus males. Después el sofocante aire refrescó y se asomó el sol. A 20 km. de Ustiug, en el prado de Kotovalsk las nubes desencadenaron granizo y relámpagos. El granizo quebró el bosque de muchos años, pero no produjo daño ni a la gente, ni a los animales. En recordación de la salvación de la ciudad de su destrucción, fue establecida la festividad del icono de la Virgen de Ustiug.

Conversando con la gente devota, cada palabra y cada acción del santo fueron consejos y prevenciones. En el año 1303 falleció el virtuoso Procopio, ya muy anciano, en las puertas del monasterio de Arjangelsk. Sobre su tumba ocurrieron muchos milagros. Están registradas también las apariciones del "elegido" de Dios.

 

 

San Antonio y Teodosio.

23 de Julio (10 de Junio según el calendario eclesiástico).

San Antonio del Laura de Kiev de Pechersk nació en los comienzos del siglo XI en la ciudad de Liubech (cerca de Chernigov) y fue bautizado con el nombre de Antipa. Desde su juventud sintió una fuerte inclinación hacia la elevada vida espiritual y por una suprema inspiración resolvió ir al monte Athos. En uno de los conventos de Athos tomó los hábitos e inició una vida solitaria en una cueva cercana al monasterio. Hoy día, esta cueva se puede visitar. Al adquirir san Antonio por sus sacrificios una gran experiencia espiritual, el abad le encomendó una prueba de obediencia. Debía ir a Rusia e implantar el monacato en este nuevo país cristiano. Antonio obedeció.

Cuando el Beato Antonio llegó a Kiev allí ya existían varios monasterios fundados, según el deseo de los príncipes, por los griegos. Pero el Beato Antonio no eligió ninguno, sino que se instaló en una pequeña cueva cavada por el presbítero Hilario. Era el año 1051. Aquí, San Antonio prosiguió con los sacrificios monásticos muy severos que ya lo destacaron en el monte Athos. Su alimento era muy limitado, un pedazo de pan negro cada dos días y agua en poca cantidad. En poco tiempo su fama se extendió por la ciudad de Kiev y llegó también a otras ciudades rusas. Muchos eran los que venían a él para recibir un consejo espiritual y una bendición. Algunos comenzaron a pedirle para quedarse a vivir cerca de él. El primero que fue admitido fue el sacerdote Nikon, el segundo, el Beato Teodosio.

El Beato Teodosio pasó su juventud en Kursk, donde vivían sus padres. Desde una temprana edad descubrió la disposición piadosa de su espíritu: cada día iba al templo, leía con devoción la palabra de Dios, se destacaba por su modestia, humildad y por sus otras buenas cualidades. Enterándose de que en la iglesia a veces no se oficiaba Misa por falta de pan eucarístico, resolvió ocuparse personalmente de ello. Compraba trigo, lo molía y una vez hecho el pan, lo traía a la iglesia. Por todos estos sacrificios debía soportar disgustos de parte de su madre, quien lo amaba profundamente, pero no compartía sus aspiraciones.

Una vez, en la iglesia escuchó las palabras del Señor: "Quien ama a su padre o a su madre más que a Mi, no es digno de Mi" (Mateo 10:37). Entonces Teodosio decidió dejar a su madre (el padre ya había muerto) y su ciudad natal. Así, se presentó en Kiev, ante el Beato Antonio. "Mira, hijo, — le dijo Antonio, — mi cueva es modesta y estrecha." "Dios mismo me condujo a ti, — contestó Teodosio, — lo que tu me ordenes, lo cumpliré."

Cuando el número de los compañeros del Beato Antonio llegó a 12, el Santo se alejó a la montaña vecina donde cavó una cueva y comenzó una vida de anacoreta. Teodosio quedó en el lugar donde estaba; al poco tiempo fue elegido por la hermandad como abad y comenzó a tratar de establecer una correcta convivencia siguiendo el reglamento del monasterio Studisk de Constantinopla. Las características mas importantes de la regla de convivencia fueron las siguientes: todas las propiedades de los hermanos eran comunes, el tiempo debía pasar en continuas labores, estas eran asignadas por el abad quien tenía en cuenta las fuerzas de cada hermano, toda labor se iniciaba con una plegaria y el mayor del grupo daba la bendición; las ideas eran reveladas al abad quien era el verdadero guía para la salvación de todos. El Beato Teodosio recorría, con frecuencia, las celdas y observaba si había en ellas algo que sobraba, como también en que estaba ocupada la hermandad. También por las noches se acercaba a las puertas de las celdas y, si oía la conversación de 2 o 3 monjes que se habían reunido, golpeaba la puerta con un bastón. Por la mañana reprendía a los culpables. El Beato Teodosio servía de ejemplo para la hermandad: hachaba la leña, trabajaba en la panadería, vestía las mas sencillas ropas, era el primero que llegaba a la iglesia y a las labores del monasterio.

Además de destacarse por su vida ascética, se destacaba por su gran misericordia hacía los pobres y su amor por la educación religiosa, tratando de que su hermandad también se interesara en ella. En las cercanías del convento, organizó una casa para que sirva especialmente como vivienda para los mendigos, los ciegos, los rengos, los postrados. Para la manutención de esta casa separaba la décima parte de las ganancias del monasterio. Además, cada sábado, mandaba una carreta llena de pan a los que poblaban las cárceles. De los escritos del Beato Teodosio son conocidos: 2 sermones dirigidos al pueblo, 10 sermones para los monjes, 2 epístolas al gran duque Iziaslav y 2 plegarias.

El monasterio de Kievo-Pechersk, fundado por el Beato Antonio y organizado por el Beato Teodosio, fue el modelo para los demás monasterios y tuvo una gran importancia en el desarrollo de la Iglesia rusa. De sus muros salieron famosos pastores Jerarcas, fervorosos predicadores de la fe y extraordinarios escritores. De los santos tonsurados del monasterio de Kievo-Pechersk son especialmente reconocidos los Santos Leoncio e Isaías (obispos de Rostov) Nifont (obispo de Novgorod) el Beato Kuksha (instructor de los viatichi) los escritores San Nestor el beato y Simón.

 

 

La equiapostólica princesa Santa Olga.

24 de Julio (11 de Julio según el calendario eclesiástico).

En el año 862, los eslavos de Novgorod llamaron a Riurik para que los gobernara. Dos de sus compañeros Ascold y Dir, buscando fortuna se fueron de Novgorod al sur del país. A orillas del río Dnieper vieron la ciudad de Kiev y la conquistaron. Desde aquí, en le año 866, realizaron una incursión a Constantinopla. El emperador Miguel III y el patriarca Fotios elevaron sus oraciones a Dios, y, después del oficio de Vísperas realizado en el templo de Vlajern, salieron en procesión a las orillas del Bósforo. Durante la procesión sumergieron la vestimenta de la Virgen en las aguas del golfo. El mar, hasta ese momento tranquilo, repentinamente se agitó y destruyó las naves de los rusos. Muchos de ellos perecieron. Los que pudieron volver a casa lo hicieron quedando muy impresionados por la ira de Dios quien los castigó de esta manera. (Este acontecimiento posteriormente originó la festividad del Manto de la Madre de Dios.).

Al poco tiempo, llegó de Grecia a Kiev, un obispo quien comenzó a predicar a los rusos al Señor Salvador y a hablar de los milagros de Dios relatados en el Antiguo y Nuevo Testamento. Los rusos, al oírlo decir que los 3 niños no se quemaron en el horno de babilonia (Daniel cap. 3) interrumpieron al predicador y dijeron: "Si no vemos algo parecido, no creeremos en tu historia." El obispo, después de rezar a Dios, se atrevió a poner el Evangelio en el fuego. El Evangelio permaneció intacto, hasta las cintas que marcaban las hojas preparadas para la lectura, no se quemaron. Debido al impacto de este milagro, muchos de ellos se bautizaron.

Posteriormente sobre la tumba de uno de estos cristianos fue erigida la iglesia San Nicolás Milagroso.

Después de Riurik, su pariente Oleg gobernó el país. Oleg conquistó Kiev y realizó una campaña bastante exitosa contra Constantinopla (906) concertando un tratado muy ventajoso para Rusia, un contrato comercial con los griegos. El hijo de Riurik, Igor en el año 945, después de otra guerra, nuevamente concertó un tratado comercial en Constantinopla. Al relatar este hecho, el cronista recuerda que la guardia del príncipe juró en Kiev la observancia de este tratado: los paganos delante del ídolo Perún, y los cristianos — en la catedral de San Ilías. Esto indica que en Kiev, durante el gobierno de Igor hasta en su guardia había cristianos. La esposa de Igor, la princesa Olga se destacaba por su belleza, su castidad y su mente clara. Al enviudar, debido a la corta edad de su hijo Sviatoslav, gobernó la tierra rusa. Cuenta la crónica que para los enemigos de su patria era temible y terrible. El pueblo la amaba y la estimaba como a su propia madre por su misericordia, su sabiduría y su sentido de justicia. Santa Olga a nadie ofendía, juzgaba con la verdad, imponía los castigos con clemencia, amaba a los indigentes, a los ancianos y a los lisiados. Escuchaba, pacientemente toda petición que se le dirigía y complacía, gustosamente, las peticiones justas.

Cuando Sviatoslav si hizo hombre, la princesa Olga pudo dedicarse más al altruismo. Predispuesta hacia el cristianismo por sus pláticas con los sacerdotes de Kiev, conoció la superioridad de la santa fe sobre la paganismo y resolvió, en el año 957, bautizarse. La antigua historia cuenta que para ello viajó a Constantinopla y que el sacramento lo realizó el patriarca Poliecto. El emperador Constantino fue su padrino. A Santa Olga si fue dado el nombre de Elena. Una vez cristiana, Santa Olga trató de convencer a su hijo a hacerse cristiano, pero el guerrero Sviatoslav, no cedió a sus persuasiones. "La guardia se reirá de mi" — decía él, sin embargo no prohibía a sus súbditos a bautizarse. De regreso a su patria, Santa Olga se dedicó plenamente a la devoción cristiana y a la difusión de la fe de Cristo entre sus súbditos.

Según la crónica del antiguo escritor, Santa Olga, "al conocer al verdadero Dios, Creador del cielo y de la tierra, y al recibir al bautismo, destruyó los lugares demoníacos (los ídolos de los templos paganos) y comenzó a vivir, según los preceptos de Jesucristo, amando a Dios con todo su corazón, con toda su alma; siguió a nuestro Señor Dios en todas sus obras bondadosas iluminándose con ellos, vistiendo a los desnudos, saciando a los sedientos y calmando a los peregrinos, a los indigentes, a las viudas y a los huérfanos, compadeciéndose de todos y entregando a todos lo que les era necesario, con serenidad y con amor en su corazón."

Falleció Santa Olga en le año 969. Su cuerpo fue encontrado imperecedero durante el gobierno de Vladimiro quien los depositó en la iglesia de Desiatina. En Rusia esta fue la primera ocasión de apertura de las reliquias. Posteriormente, Dios mediante los milagros glorificó las reliquias de la princesa Olga que fue canonizada.

 

 

Príncipe San Vladimiro, Equiapostólico.

28 de Julio (15 de Julio, según el calendario eclesiástico).

El príncipe Vladimiro era hijo de Sviatoslav y de la princesa Malusha. Nació en el año 963 y fue educado por el pagano Dobrinia, hermano de su madre. En le año 972 comienza su gobierno de Novgorod. En el año 980, en plena guerra entablada por los hermanos, Vladimiro se dirige a Kiev gobernado por su hermano mayor Iaropolk. Al vencerlo inicia su gobierno en Kiev. Así, conquista Galicia, aquieta a los viatichi entabla guerras con los pechenegos y expande las fronteras de su país que llega a extenderse desde el mar Báltico en el norte y el río Bug en el sur. Tuvo 5 esposas y numerosas concubinas. En los montes de Kiev erige ídolos comenzándose, allí, a realizar sacrificios humanos. Fue entonces cuando perecieron por Cristo los variagos Teodoro y Juan. Las circunstancias en que ocurrió la muerte de estos últimos, fuertemente impresionaron a Vladimiro quien comenzó a dudar de la veracidad de la religión pagana.

Invitados por el príncipe, llegaban a Kiev predicadores de diferentes países: embajadores de los búlgaros-musulmanes que poblaban las regiones del Volga, los germanos-latinos, los judíos y los griegos. El príncipe indagaba a todos ellos acerca de sus religiones y, cada uno le ofrecía convertirse a su creencia. La impresión más fuerte le produjo el predicador ortodoxo griego quien, como corolario de su prédica, le pintó la escena del Juicio Final. Entonces, Vladimiro, siguiendo el consejo de los boyardos, mandó a 10 hombres sabios, para que en los lugares de origen, examinen que religión es la mejor. Cuando estos embajadores rusos llegaron a Constantinopla, la magnificencia del templo de Santa Sofía, el canto armonioso de los cantores de la corte y la solemnidad con que el patriarca oficiaba, los conmovió hasta lo más profundo de sus almas. "No sabíamos — contaron más tarde a Vladimiro — si nos encontrábamos en la tierra o en el cielo." También comentaron: "Si la religión griega no fuera la mejor de las creencias, no la hubiera abrazado tu abuela Olga, que era la más sabia entre los hombres."

Vladimiro resolvió bautizarse, pero, no quería que Rusia pasara a depender de los griegos. Entonces, al poco tiempo del regreso de los embajadores, comenzó una campaña contra los griegos y tomó la ciudad de Jersones. Desde allí, envió embajadores a Constantinopla a los emperadores Basilio y Constantino exigiendo la mano de la hermana de los emperadores, la princesa Ana. Los emperadores contestaron que la princesa solo puede ser la esposa de un cristiano. Entonces, Vladimiro anunció que quería abrazar la fe cristiana, pero, antes de la llegada de la novia a Jersones, el principe fue afectado de ceguera.

En esta situación, como el apóstol Pablo, supo de su debilidad espiritual y se preparó par el magno misterio del renacimiento. Al llegar la princesa a Jersones, le aconsejó apurar el bautismo. Vladimiro se bautizó (en el año 988) con el nombre de Basilio. Al salir de la pila bautismal, recobró la vista tanto física como espiritual, y, con gran alegría exclamó: "Ahora he sentido al verdadero Dios."

Al regresar a Kiev, trayendo a numerosos sacerdotes griegos y de Jersones, Vladimiro, en primer lugar, propuso bautizar a sus doce hijos, lo que ellos hicieron en un manantial, conocido en Kiev con el nombre de Kreschiatik. A continuación se bautizaron numerosos boyardos. Mientras tanto, Vladimiro comenzó a derribar los ídolos, el mas importante de los cuales era el ídolo de Perún. Este ídolo fue atado a la cola de un caballo y, con profanaciones, fue derribado del monte y arrojado a las aguas del río Dnieper. Después de destruir los ídolos, Vladimiro difundió entre el pueblo la predica del Evangelio. Los sacerdotes cristianos reunían a la gente y los adoctrinaba en la Santa Fe. Finalmente, San Vladimiro anunció que todos los habitantes de Kiev, ricos y pobres, se debían reunir, un día determinado, a orillas del río para recibir el bautismo. Los pobladores se apuraban a cumplir con la voluntad del príncipe razonando así: "Si la nueva religión no fuera mejor que la anterior, no la hubieran adoptado ni el príncipe ni lo boyardos."

El día indicado, los habitantes de Kiev se reunieron en las orillas del Dnieper. El mismo Vladimiro llegó allí, junto a los sacerdotes cristianos. Todo el pueblo se sumergió en el río, quien hasta el cuello, quien hasta el pecho; los adultos llevaban en sus brazos a los niños. Los sacerdotes, en la orilla, leían las plegarias y, San Vladimiro, lleno de gozo, rezaba a Dios y se encomendaba a Él a sí mismo y a todo su pueblo.

Después de Kiev y de sus alrededores, la Santa religión fue difundida en Novgorod. Miguel, el primer metropolitano de Kiev, llegó allí en el año 990. Lo acompañaban 6 obispos y Dobrinia, el tío de San Vladimiro. Primeramente derribaron el ídolo de Perún y, como anteriormente en Kiev, lo arrastraron por el suelo arrojándolo luego al río Voljov. Después divulgaron la Santa Fe y bautizaron al pueblo. Desde Novgorod, el metropolitano Miguel, con 4 obispos y acompañado por Dobrinia, fue a Rostov donde realizó numerosos bautismos, consagró presbíteros y erigió un templo. Sin embargo, el paganismo se mantuvo en Rostov durante mucho tiempo, por lo cual los dos primeros obispos de Rostov, San Teodoro y San Hilarion, después de realizar grandes esfuerzos en combatirlo, debieron abandonar la cátedra. Para la erradicación del paganismo y la consolidación de la Santa Fe, bregaron allí los obispos San Leoncio y San Isaías, como también el Beato Ambrosio, Archimandrita, fundador del monasterio de Rostov.

En el año 992 la Santa religión fue introducida en la región de Susdal. Allí llegó San Vladimiro. Al príncipe acompañaban 2 obispos. Los habitantes de Susdal gustosamente se bautizaron.

Los hijos de San Vladimiro, entre quienes el príncipe repartió los feudos, se preocupaban de difundir y consolidar el Cristianismo en las regiones que gobernaban. Así, en le siglo X, además de Kiev, Novgorod, Rostov, y Susdal, la Santa Fe fue llevada a tierra de los drievlane. Posteriormente, en los territorios de los viatichi (las tierras de Kursk, Orel, Tula y Kaluga) realizó una intensiva prédica evangélica el Beato Kuksha, monje del monasterio de Pechersk, quien fue torturado y muerto por los paganos.

En general, la fe cristiana, durante los primeros años, se difundió preponderantemente cerca de Kiev y luego, por vía fluvial, desde Kiev y hasta Novgorod. Desde Novgorod se difundió a lo largo del Volga. Bajo la influencia de la religión cristiana, las tribus eslavas comenzaron a unirse en una nación.

La exitosa difusión de la fe de Cristo entre el pueblo ruso, se debió en especial, a que se difundía en su mayoría, por medios pacíficos: por la prédica, por la persuasión (sin usar el fuego y la espada, como no pocas veces los utilizaban los católicos romanos) y, además, gracias a la labor de San Cirilo y San Metodio, en el local idioma eslavo.

Los rusos llevaron la fe cristiana ortodoxa a los pueblos no rusos que habitaban en la vecindad de las fronteras y en los límites mismos de Rusia. Así, entre los siglos X y XIII empezaron a bautizarse algunas tribus finlandesas (Izhora y Carelia), las tribus no rusas de la región de Vologda y otras más. A comienzos del siglo XIII en las orillas de los ríos Volga y Oka, fue fundada la ciudad de Nizhni Novgorod, un fuerte baluarte de la Ortodoxia entre los pueblos no rusos de Povolyie y la región central de Rusia.

En el oeste de Rusia, la difusión de la fe ortodoxa se encontró frente a otra fuerte influencia. Era la influencia de la iglesia católica romana. En Finlandia predicaban los misioneros latinos llegados desde Suecia. Al sur del golfo de Finlandia, en los primeros tiempos se afianzó la Ortodoxia, pero más tarde, desde Dinamarca, llegaron los misioneros romanos. A fines del siglo XII, en Libonia, se creó la orden de los Caballeros de la orden de Porte-Glaive (guerreros de espada) latina. Estos combatieron contra la influencia rusa y contra los éxitos de la Ortodoxia. En Lituania, ya en el siglo XII, comenzó a difundirse la religión ortodoxa desde las vecinas poblaciones rusas. En el siglo XIII, al conquistar los príncipes lituanos las ciudades rusas como Novogrudok, Sklonim y Brest, muchos se sus pobladores recibieron el bautismo.

El martirio y la muerte en el siglo XIV, que por la fe sufrieron tres altos dignatarios de la corte del príncipe lituano Olguerd (hijo de Guedemin, fundador del principado lituano) contribuyó sobremanera al éxito de la difusión de la Santa Fe. Estamos mencionando a los Santos Mártires Antonio, Juan y Eustafio. Pero, a fines del mismo siglo, Lituania que dominaba a la ortodoxa Rusia occidental se unió a la católica Polonia. Después de esto, los Papas de Roma aplicaron todos sus esfuerzos para: 1) separar las diócesis situadas en el sudoeste de la unida iglesia ortodoxa rusa; y 2) introducir allí la llamada Unión lituana.

 

La influencia del cristianismo sobre la vida del pueblo ruso.

Una vez adoptada la fe de Cristo, enseguida comenzó a tener una influencia positiva sobre la vida de nuestros antepasados. Empezaron a afianzarse las costumbres cristianas. Por ejemplo: los frecuentes rezos, la beneficencia, las peregrinaciones a los lugares santos y otras más. Esta benéfica influencia, sobre los corazones y las costumbres, se manifestó, especialmente, en la vida de destacadas personalidades de ese entonces. El príncipe Vladimiro siendo pagano se abandonaba a algunos vicios, se destacaba por su crueldad. La fe cristiana lo transformó completamente. Se volvió sobrio, casto, compasivo con los indigentes y lisiados y enfermos, ordenaba llevarles a las casas todo lo necesario para el sustento. Hasta temía, el Vladimiro cristiano, a ajusticiar a los malhechores preguntando a los demas si no cometía pecado en caso de tener que hacerlo. Los Santos Mártires Boris y Gleb, hijos de Vladimiro, eran un modelo de la piedad cristiana. Entre los metropolitanos rusos son reconocidos por la santidad de sus vidas, entre otros, Miguel e Hilario. Muchos ejemplos de santidad encontramos, sobre todo en le monacato.

Fueron las altas jerarquías eclesiásticas y los príncipes los que preponderantemente se preocuparon por la educación cristiana del pueblo. Siguiendo el consejo del metropolitano Miguel, el principal jerarca de la Iglesia Rusa, el príncipe Vladimiro organizó en Kiev y otras ciudades rusas, institutos educativos. El mismo metropolitano Miguel llamaba a los maestros y los instruía sobre el trato que debían tener con los niños. El hijo de Vladimiro, Jaroslav el Sabio, al construir iglesias en ciudades y poblados ordenó, que en todos ellos, se instruyese al pueblo. En la ciudad de Novgorod organizó una escuela donde estudiaban 300 niños. Según escribe el cronista, Jaroslav leía libros "día y noche" y reunía alrededor suyo a muchos escribas" para que copiaran los libros y, hasta a veces, los tradujeran del griego al idioma eslavo. El ejemplo de Vladimiro y de Jaroslav siguieron muchos de sus sucesores, como también el clero y el monacato.

En los monasterios se consideraba que todo lo referente a los libros era una causa de Dios. Algunos monjes dedicaban todo su tiempo, después de realizar sus rezos, a la copia y traducción de los libros. A veces para ellos debían viajar al Oriente: a Constantinopla o al monte Athos. Preocupados por la educación cristiana (religiosa) del pueblo, las altas jerarquías eclesiásticas y los predicadores de la iglesia rusa trataban, así mismo, de afianzar en la tierra rusa un orden civil basado siempre sobre las enseñanzas cristianas. En especial, fue beneficiosa su influencia durante los desastrosos tiempos de las guerras internas entre los príncipes. Los metropolitanos trataban de apaciguar las disputas entre ellos. Durante las guerras feudales y las divisiones, nuestra jerarquía eclesiástica, sin embargo, quedó unida e indivisible. Esta unidad fuertemente contribuyó a la unificación de la nación rusa.

 

 

La gran mártir Marina.

30 de julio (17 de julio según el calendario eclesiástico).

Santa Marina nació en Antioquía (en Asia Menor, hoy Turquía). Su padre era un sacerdote pagano. Por su ama de leche, Santa Marina conoció la fe cristiana. Fue el tiempo en que el emperador Diocleciano (284 — 305) desató una persecución contra los cristianos. Debido a eso muchos cristianos debieron esconderse en cuevas o en desiertos. Al cumplir 12 años, Marina se bautizó. Cuando lo supo su padre, renegó de ella.

Un día, cuando Marina ya tenía 15 años, estaba cuidando a unas ovejas que pastoreaban. Pasó por el lugar el gobernador de la región, quedó fascinado por la belleza de la joven y le propuso matrimonio. Marina no ocultó que era cristiana. Entonces, el gobernador la entregó al cuidado de una noble mujer. Tenía la esperanza que ésta iba a convencer a la joven a renegar de Cristo. Pero Marina fue firme y se negó a ofrecer un sacrificio a los ídolos.

Entonces la sometieron a las más terribles torturas: la azotaron con varillas, cortaron su cuerpo con tridentes, le clavaron clavos, la quemaron con fuego. Al presenciar tales sufrimientos de la joven, el pueblo lloraba de compasión. La gracia de Dios sanó a Marina de sus heridas, pero los torturadores, pese al milagro, no entraron en razón. Al día siguiente, otra vez le quemaban el cuerpo y luego comenzaron a ahogarla en un gran barril. Durante esas torturas la tierra tembló. De las muñecas de Marina se cayeron las cadenas, sobre su cabeza empezó a irradiarse una extraordinaria luz, dentro de esa luz volaba girando una paloma sosteniendo en su pico una corona de oro. El pueblo asombrado comenzó a glorificar a Dios. El gobernador ordenó ajusticiar a Marina y a todos aquellos quienes creyeron en Cristo. Ese día, junto a Marina, fueron decapitadas 15000 personas. Feotim, un testigo, relató los martirios de Marina. Sus reliquias se encontraban en Constantinopla hasta la conquista de la ciudad por los cruzados en el año 1204. El brazo de Santa Marina se encuentra en el monte Athos en el monasterio de Vatoped. La Iglesia occidental venera a Marina llamándola Margarita de Antioquía. Muchos templos le fueron consagrados.

 

 

San Serafín de Sarov.

1 de agosto y 15 de enero (19 de julio y 2 de enero según el calendario eclesiástico).

San Serafín, llamado durante su vida laica Projor Moshnin, nació en la ciudad de Kursk en el año 1759, en el seno de una familia de comerciantes. Al tener 10 años se enfermó gravemente. Durante su enfermedad, mientras dormía, vio a la Madre de Dios. La Santísima Virgen prometio curarlo. Algunos días mas tarde, se realizaba en Kursk una procesión, llevando el icono milagroso de Virgen que pertenecía a este lugar.

Debido al mal tiempo, la procesión hizo un corto recorrido que, justamente pasaba frente de la casa de la familia Moshnin. La madre llevó a su hijo a besar el milagroso icono y el niño al poco tiempo se curó. En los años de su juventud, San Serafín debió ayudar a sus padres en las tareas del negocio, pero el comercio no lo atraía. Al joven Serafín le gustaba leer los libros de la vida de los Santos, ir al templo y aislándose rezar. A los 18 años, Serafín decidió a dedicarse a la vida monacal. La madre lo bendijo con un crucifijo de cobre, el cual San Serafín durante toda su vida llevo de bajo de su ropa. Después entró en calidad de novicio de Sarov. Desde del primer día de la vida en el monasterio, las características de su vida fueron frugalidad y la vigilia. Una sola vez por día comía un poco. Los días miércoles y viernes no probaba bocado. Después, una vez recibida bendición de su monje anciano retirarse en el bosque a orar y pensar en Dios, lo hacia frecuentemente. Al poco tiempo, por segunda vez en su vida se enfermó gravemente. Durante 3 años debió guardar cama. Nuevamente fue curado por la Santísima Virgen María. La Madre de Dios se le apareció acompañada por varios Santos. Señalando al beato Serafín, la Santísima Virgen se dirigió al apóstol Juan Teólogo: "Este es de nuestra familia!" Luego, tocando su costado con el bastón, lo sanó.

Cuando tenia 27 años tomó las ordenes monacales recibiendo el nombre Serafín, que en hebreo significa "fervoroso, ardiente." Al poco tiempo fue consagrado monje diácono. El nombre que le fue dado lo justificó plenamente con sus extraordinarios y ardientes rezos. Todo el tiempo, exceptuando por un corto descanso, se encontraba en la iglesia. Debido a estas oraciones durante y fuera de los oficios religiosos, el Beato Serafín se hizo merecedor de poder contemplar a los santos, quienes también tomaban parte de los oficios de la iglesia y cantaban. Durante de la misa de Jueves Santo, pudo ver al mismo Señor Jesús Cristo en su condición del "Hijo de la humanidad," quien caminaba en el templo entre las fuerzas celestiales y bendecia a los fieles. Impresionado por esta visión, perdió el habla por mucho tiempo.

En el año 1793 el Beato Serafín fue consagrado monje sacerdote, después de lo cuál, durante todo un año, diariamente, oficiaba la Santa Misa y tomaba la Santa Comunión. Después, San Serafín se fue retirando al "Lejano desierto," el lugar más apartado del bosque, distante del monasterio del Sarov a 5 km. Grande fue la perfección que alcanzó en ese tiempo. Los animales y fieras salvajes, como los osos, liebres, lobos, zorros y otras especies mas, se acercaban a la choza del asceta. La anciana del monasterio del Diveevo, Matrona Plescheiev fue testigo de cómo San Serafín de sus propias manos le daba a comer a un oso que se acercó a la choza. Lo que mas impresionó a la mujer, fue el rostro del gran anciano, "se veía lleno de gozo y luminoso como de un ángel," relataba Matrona.

Viviendo en ese pequeño desierto, el Beato Serafín, en una ocasión sufrió a manos de los bandidos. De gran contextura física y llevando un hacha, el Beato Serafín no los enfrentó. Como respuesta a las exigencias de entregar el dinero y a las amenazas, depositó el hacha en el suelo, cruzo sus brazos sobre el pecho y resignándose se abandonó a su suerte. Los bandidos comenzaron a golpearle la cabeza con su hacha. La sangre comenzó a fluir de su boca y de sus oídos. El Santo perdió el conocimiento y se desvaneció. Los bandidos siguieron apaleándolo, patearon y arrastraron por el suelo. Dejaron de golpearlo únicamente cuando creyeron que estaba muerto. Lo único valioso que los bandidos encontraron en su choza, fue el icono de la "Enternecida" Madre Santa de Dios, delante de la cuál el Santo siempre rezaba. Después de un tiempo, los bandidos fueron atrapados y juzgados. El Beato Serafín intercedió por ellos delante de los jueces. Después del ataque el Beato quedó encorvado por el resto de la vida.

Poco después comienza el período de vida del Beato Serafín en el pilar. En esa época pasaba los días de rodillas sobre una piedra cerca de la choza y las noches --- sobre otra en el bosque. Continuamente rezaba con los brazos alzados al cielo. Así rezó durante 1000 días.

Después de una visión que tuvo de la Madre de Dios, el beato Serafín en los últimos años de su vida se dedico a la tarea de "anciano-guiador" (el que recibe a toda la gente, que busca un consejo o una enseñanza). Miles de personas de diversos niveles sociales, económicos y culturales, comenzaron a visitar al anciano quien los enriquecía con su tesoro espiritual adquirido por medio de muchos años de sacrificio espiritual. La gente lo encontraba siempre dulce, alegre y pensativo. A sus visitantes el Santo recibía con las siguientes palabras "Alegría mía." A muchos les daba el siguiente consejo": Conseguí tener un espíritu pacifico y, alrededor de ti, muchos se salvarán." San Serafín se prosternaba ante toda persona que se acercaba para hablar con él y luego bendiciéndola, le besaba las manos. No precisaba que relataran sus problemas, ya que él por su clarividencia sabía que pena tenia cada uno de ellos.

Decía: "La alegría no es pecado. La alegría aleja el cansancio, el cansancio trae el abatimiento y peor que el abatimiento no hay nada." "Ah si supieras – una vez le dijo a un monje, — que alegría, que dulzura espera en el cielo el alma de un hombre pío, entonces soportarías en esta vida pasajera, con agradecimiento, toda clase de pesares persecuciones y calumnias. Si nuestra celda estaría llena de los gusanos, y estos gusanos comieran nuestros cuerpos durante toda nuestra vida, deberíamos aceptarlo con agrado, con tal de no privarse de la alegría celestial que Dios dispuso para aquellos que lo aman."

Un señor de nombre Motovilov, admirador y discípulo de San Serafín, describió una milagrosa transformación del aspecto del santo. Este hecho ocurrió un día nublado, en invierno. Se encontraban en el bosque, Motovilov sentado sobre un tacón. En frente a él, el Santo estaba sentado en cuclillas. Le hablaba sobre el significado de la vida cristiana, le explicaba, para que nosotros, los cristianos, vivimos una vida terrenal.

"Es necesario que el Espíritu Santo entre en tu corazón, — decía — todas las obras buenas que hacemos en el nombre de Cristo, atrae a nosotros el Espíritu Santo. Sobre todo la oración, que siempre esta al alcance de nuestras manos."

"Padre, — le contestó Motovilov, — como puedo ver la bienaventuranza de Espíritu Santo; cómo puedo saber sí está o no, conmigo? "Entonces san Serafín comenzó a presentarle ejemplos de la vida de los Santos y de los Apóstoles, pero Motovilov seguía sin entender. Entonces el anciano lo tomo con fuerza de un hombro y le dijo:" Ahora los dos estamos con el Espíritu de Dios"! Motovilov tuvo la sensación como si sus ojos se hubiesen abierto y pudo ver que el rostro del Santo estaba más luminoso que el sol. En su corazón Motovilov sentía alegría y calma, el cuerpo no sentía frío, parecía que era la época de verano, y alrededor de ellos, el aire estaba perfumado.

Motovilov se atemorizó por este extraordinario cambio, y sobre todo, porque el rostro del anciano estaba resplandeciendo como el sol. Entonces San Serafín le dijo:" No tema, padre, usted no hubiera podido verme, si usted mismo no estuviera con el Espíritu de Dios. Agradezca por lo tanto al Señor por su misericordia por nosotros." De esta manera Motovilov entendió no solo en el corazón, pero también con su intelecto, que es lo que sucede con una persona, cuándo el Espíritu Santo desciende sobre ella y la transfigura.

 

 

La Justa Santa Miliza.

1 de agosto (19 de julio según del calendario eclesiástico).

La Justa Militsa, déspota de Servia, provenía de una antigua familia. Se caso con el venerado príncipe Lázaro de Serbia, quien en el año 1379 pasó a ser el déspota de Serbia. Después de la muerte de mártir que sufrió su esposo en el año 1389, Miliza empezó a gobernar el país Serbio. Lo hizo hasta la mayoría de edad de su hijo Esteban. Miliza fue una sabia y activa gobernante, se destacaba por la devoción y su preocupación maternal por su pueblo, que en este momento estaba oprimido por los turcos. Se preocupaba por las viudas y los huérfanos, reconstruía los templos destruidos por los turcos y construía monasterios. Consiguió del Sultán Baiaset la promesa de que los cristianos no serán perseguidos en su nación. En el año 1393 se tonsuró monja, tomando el nombre de Eugenia y falleció pacíficamente en año 1405.De las reliquias de la Justa Militsa, fluía mirra que curaba la gente.

 

 

El Profeta Elías.

2 de agosto (20 de julio según el calendario eclesiástico).

El Profeta Elías nació en la región sudeste de la tierra Santa 9 siglos antes del Nacimiento de Cristo. Provenía de la tribu Levita, de la generación de Aarón. Un tiempo antes de su nacimiento, el reino hebreo se dividió en dos partes: El reino Judío y el reino Israelita. El primero lo integraron entre las tribus de Judas y de Benjamin, siendo su capital Jerusalén. Ocupaba la región del medio — oriente de la Tierra Santa. El reino de Israel estaba en la región septentrional y lo constituían las 10 tribus, siendo su capital Samaria.

En los tiempos del Profeta Elías, el pueblo hebreo que habitaba en el reino de Israel, comenzó a apartarse de la fe y a venerar a los dioses paganos, como Baal y otros más. Durante el reinado del rey Israelita Ajaba (877-854 antes de Cristo), Elías sintió el llamado a servir a Dios como su Profeta y se convirtió en un ferviente defensor de la verdadera Fe.

Así, el profeta Elías trató de convencer al impío rey Ajaba a rechazar a los ídolos y dirigirse al verdadero Dios, pero el rey no lo escuchó. Entonces el profeta predijo que durante 3 años en Israel no se habrá ni lluvia, ni rocío. La sequía y la hambruna azotaron a Israel. El Profeta se retiró a un lugar apartado en las cercanías de un arroyo donde un cuervo le traía el alimento. A acabo de un año, el arroyo se seco y entonces el Profeta se dirigió al norte de la Tierra Santa, a Sarepta de Sidón y se estableció en la casa de una pobre viuda. A pesar de carecer de alimentos, la viuda con la ultima harina y aceite le cocinó una tortilla y se la dio de comer. Después de esta acción, gracias al pedido del Profeta Elías en sus oraciones a Dios, nunca mas faltó harina y aceite en la casa de la viuda y esta última, durante mucho tiempo pudo alimentar a su hijo y al Profeta Elías. Cuando la viuda repentinamente se enfermó y murió, el profeta Elías la resucitó (3 Rey.17).

El lugar principal donde se adoraba a Baal en el reino de Israel, fue el monte Carmelo. Al cabo de 3 años y medio del inicio de la sequía, el profeta Elías reunió allí al rey Ajab, al pueblo y a los sacerdotes de Baal diciéndoles: "Hasta cuando estaréis rengos de las 2 piernas? Si el Señor es Dios, síganlo a Él, y si lo es Baal, entonces síganlo a Baal!" Para saber quien era el verdadero Dios, Elías propuso a elevar un altar a cada uno de ellos, poner sobre ellos al novillo sacrificado, pero no encender las leñas de los altares. Cada uno invocaría a su Dios para que el fuego caiga del cielo. El Dios que hiciera encender el fuego, será considerado como El Verdadero! Todos aprobaron la propuesta del Profeta. Primeramente los sacerdotes del Baal invocaron a su dios, pidiendo que les brinde el fuego. Gritaron y bailaron alrededor del altar durante todo el día. Elías comenzó a burlarse de ellos diciéndoles que Baal se quedó dormido y que deberían gritar mas fuerte. Al anochecer, el profeta Elías ordenó a reunir a todos frente de su altar. Luego, según su indicación, alrededor de ese altar dedicado al verdadero Dios, cavaron una fosa y arrojaron abundante cantidad de agua sobre la leña para mojarla completamente. Hicieron así para que nadie dudara del milagro que ocurrirá. Después de todo esto, el Profeta Elías comenzó a rezar: "Escúchame Señor, haz que el pueblo tuyo sepa hoy día, que Tu eres el único Dios en Israel y que yo soy Tu siervo." Y cayó fuego del cielo, y quemó todo, la leña, las piedras del altar y el polvo alrededor, evaporando el agua que se juntó en la fosa. Al ver todo, esto el pueblo aterrizado cayó de rodillas y exclamando: "El Señor, es el Dios, El Señor, es el Dios‘" Entonces, el pueblo capturó a todos los sacerdotes de Baal y los mató, debido a que durante tantos años, los sacerdotes los inducían al engaño. Presionado por lo sucedido, el rey Ajab y el pueblo empezaron a descender del monte. En ese momento se nubló el cielo, y comenzó a llover. La primera lluvia después de tres años! De esta manera, el profeta Elías convirtió a Dios, a muchos israelitas, (3 Reyes 18).

Después de este milagro, Jezabel, la esposa de Ajab, comenzó a perseguir al profeta Elías, el cual tuvo que esconderse en el desierto y finalmente llegar hasta el monte Horeb, cerca de Sinaí. Aquí Elías tuvo una visión: primero se sintió una suave brisa y luego vió a Dios. El Señor le ordenó a Elías a ungir como profeta a Elíseo quien seria su sucesor (3 Reyes 19). Su vida de profeta finalizó en una manera extraordinaria: fue llevado al cielo en una carroza de fuego,(4Reyes 2:11). Fue el profeta Elíseo quien presencio este hecho y recibió la capa de Elías con la cuál realizó el primer milagro. El profeta Elías permanece ahora en el cielo, en alma y cuerpo, igual que el antepasado Henos quien también fue llevado vivo al cielo en alma y cuerpo,(Génesis 5:24).Y se considera que tanto el profeta Elías como Henos volverán a la tierra antes del fin del mundo, para acusar al anticristo y sufrirán martirios a manos de este último.

Mediante los grandes milagros que realizó, Elías ayudó al restablecimiento de la verdadera fe en Dios dentro del pueblo Israelita y de esta forma destruyó la idolatría. Por medio de estos hechos, preparó la llegada del Salvador del mundo. La ferviente defensa de la verdadera fe, la absoluta obediencia a la voluntad de Dios, la pureza y la castidad de su vida, la dedicación a la oración y a la contemplación de los misterios divinos – son las cualidades que distinguen a este gran profeta. Sus contemporáneos, viendo sobre él la bendición de Dios, lo llamaban "El hombre de Dios"

La gente reza al profeta Elías, durante los tiempos de sequía. El pueblo cree que Elías es aquel, quien dirige las fuerzas de la naturaleza. Antes de la revolución Rusa, en el año 1917, en el día de la conmemoración de San Elías, el pueblo esperaba tormentas y tempestades y consideraba que era un pecado trabajar en ese día. Ya en los tiempos pasados durante San Vladimiro, en Kiev existía una iglesia en honor del profeta Elías.

 

 

Equiapostolica María Magdalena.

4 de agosto (22 de julio según el calendario eclesiástico).

La Santa María Magdalena, portadora del mirra, nació en la cuidad de Magdala a orillas de lago Genesaret, en la región norte en la Tierra Santa. Esta pintoresca tierra es rica por sus frutas y pescado. Sus habitantes se distinguían de otros palestinos por su espontaneidad, por carácter fogoso y por su espíritu abnegado. Estas cualidades también eran propias de María Magdalena.

Desde su juventud María sufrió una posesión demoniaca. Por una coincidencia de circunstancias, o mejor dicho, por la misericordia divina, María tuvo un encuentro con nuestro Señor Jesucristo, cuando El, predicando el Evangelio, visitó sus tierras. El Señor se compadeció y expulsó a 7 demonios que la invadían, brindándole, de esta manera, una curación tanto física, como espiritual. Desde este momento María abandonó todo y se convirtió en una discípula de Cristo, sirviéndolo con otras virtuosas mujeres.

Cuando Cristo fue llevado ante Pilatos para ser injuriado, los discípulos vacilaron en su fe y huyeron, pero María no abandonó al Señor; estuvo junto a la cruz al lado de la Purísima Madre de Dios y el apóstol Juan, el discípulo mas querido. Fue ella quien acompañó el cuerpo del Salvador cuando fue llevado a Su tumba en el jardín de José de Arimathea y allí untó el Cuerpo con el precioso mirra y las sustancias aromáticas. Por ello fue llamada portadora del mirra. Los funerales del cuerpo del Cristo fueron realizados de una manera muy apresurada, ya que era un viernes, y dentro de algunas horas, al anochecer, debía comenzar la festividad de la Pascua Judía.

Al día siguiente después de la Pascua, un domingo en la temprana mañana, cuando la oscuridad cubría todavía la tierra, María fue la primera en llegar a la tumba, para finalizar el rito de la sepultura del Cuerpo del Salvador. Durante su camino a la tumba, pensaba como iba a poder mover la roca a la entrada de la tumba que era muy pesada. Cuando llegó a la cueva, vio que la roca ya estaba apartada. Entonces, se apresuró a regresar al lugar donde estaban los apóstoles y les contó a Pedro y a Juan lo que había sucedido. Los Apóstoles fueron corriendo a la sepultura. Al encontrar los velos funerarios, los apóstoles se fueron. María llegando después de los apóstoles, entró en la cueva donde estaba la tumba y comenzó a llorar. Entonces vio a dos jóvenes vestidos en blanco. Eran dos ángeles. Uno de ellos preguntó: "Mujer, porque lloras? a quien buscas?" María respondió: "Se llevaron a mi Señor y no sé donde le han puesto." Al pronunciar estas palabras volvió la cabeza y vio a Jesucristo. Pero no lo reconoció. Pensando que era el hortelano, le dijo: "Señor, si tu lo has llevado, dime donde lo has puesto..." Jesús le dijo: "María!" y reconoció ella Su voz familiar y vió que era el Salvador que había Resucitado. En un ímpetu de alegría se postró María a Sus pies.

Ese mismo día por tercera vez, María fue digna de ver al Salvador Resucitado, cuando, junto a otras mujeres portadoras del mirra, volvió a la sepultura. Les contó a los apóstoles sobre las apariciones del Salvador, pero ellos no le creyeron. Después de la Ascensión de Señor, María, junto a los apóstoles fue digna de la Gracia de Dios del Espíritu Santo en el día del Pentecostés. María, testigo de la vida y de los milagros del Salvador, recorrió numerosos países predicado el cristianismo.

Se dice que, predicando en Roma, fue al palacio del emperador Tiberio. Durante la audiencia le habló al emperador del Señor Jesucristo, de Sus enseñanzas y de Su Resurrección de la muerte. El emperador dudó de la Resurrección y pidió alguna evidencia de ello. Entonces María tomó un huevo cocido que estaba sobre una mesa y entregándoselo le dijo: "Cristo resucito!" Mientras pronunciaba estas palabras, el huevo blanco, que tenia en sus manos el emperador, se puso de color rojo vivo.(Este acontecimiento esta muy bien representando en la pared oriental del altar del hermoso templo de Santa María Magdalena que se encuentra en el jardín de Gethsemani y que fue construido por el emperador ruso Alejandro III en el año 1886. La Santa esta humildemente vestida de blanco al estilo apostólico, frente al emperador Tiberio, el cual se encuentra rodeado de guardaespaldas. En su extendida mano, ella sostiene un huevo rojo). En el día de su conmemoración, en el jardín Gethsemani, después de la Santa Misa, a los peregrinos les ofrecían huevos rojos pascuales con las palabras: "Cristo resucito!"

Después de Roma, María Magdalena fue a Efes y allí ayudo en la predicación al apóstol Juan Teólogo. Las circunstancias de su muerte son desconocidas. Durante el gobierno del emperador León (886-912)sus imperecederas reliquias fueron llevadas a Constantinopla. Los soldados de las cruzadas fueron los que llevaron las reliquias de la santa a Roma. El Papa Honorio II (1216-1227) las depositó debajo del altar de San Juan Letran (uno de los mas antiguos templos de Roma).

 

 

La santa Mártir, Cristina.

6 de agosto, (24 de julio de acuerdo al calendario eclesiástico).

Santa Cristina fue la hija de un gobernante de la ciudad de Tira, en Lebanon. Sus padres eran paganos, pero, por la providencia de Dios la llamaron con un nombre que predecía su futuro, el de ser cristiana. No había en la ciudad, entre las doncellas, persona mas bella que ella. Su padre, deseando de que conserve su virginidad, construyó una vivienda especial para ella, colocando allí unos ídolos y ordenándole que ella los venere. Viviendo en la soledad, Cristina admiraba el cielo estrellado, e igual que santa Bárbara, llegó a la conclusión que tiene que existir un solo Creador. Dios hizo que ella conociera a unos cristianos, los cuales le explicaron sobre la fe cristiana, y ella creyó en Jesucristo. Después de esto, Cristina, con gran indignación destruyó a los ídolos en su casa y por esta razón, por orden de su padre, fue sometida a diferentes torturas. Ella fue golpeada sin compasión, su cuerpo era cortado con cuchillos filosos, la quemaban con fuego, la tiraron en un hoyo con serpientes venenosas, etc. Finalmente los verdugos la traspasaron con lanzas y espadas. Esta fue la forma como la santa mártir Cristina sufrió por Cristo en el año 300. Su conmemoración, especialmente se festeja en el oriente.

 

 

Los Santos Mártires, Príncipes Boris y Gleb.

6 de agosto (24 de julio según calendario eclesiástico.).

Los príncipes Boris y Gleb fueron hijos del equiapostólico príncipe Vladimiro y de la princesa bizantina Ana. Desde su juventud se distinguían por ser muy religiosos. Por medio de las crónicas se sabe que el Príncipe Boris amaba el canto de la iglesia. San Vladimiro tenía mucho cariño por sus hijos por su fidelidad a la santa fe, y por el amor que los hermanos sentían uno por el otro.

Todavía, en vida de San Vladimiro, el príncipe Boris recibió el gobierno de Rostov y Gleb el de Múrom. Ambos eran muy dedicados en difundir en sus principados la fe de Cristo entre los rudos pagados. San Gleb es considerado como el iluminador en la fe cristiana de las regiones de Múrom y Riazan, donde, desde tiempos muy remotos y hasta hoy día, se lo recuerda como el primer predicador del cristianismo y el protector de esas tierras.

En el año 1015, después de la muerte de San Vladimir, el gran principado cayó en manos de Sviatopolk, el pecador. Temiendo que sus Santos hermanos iban a competir con él, resolvió matarlos. San Boris en ese momento estaba con su ejército cerca del río Alta. La guardia le proponía ir a Kiev para conquistar el trono, pero el Santo no quiso ir en contra de los santos lazos familiares, y con indignación rechazó esta propuesta. Mientras tanto, Sviatopolk al informar a San Boris del fallecimiento de San Vladimir y proponerle su amor y amistad expandiendo el territorio de su principado, al mismo tiempo, con perfidia, mandó asesinos para matarlo. En la noche de 24 de julio los asesinos se acercaron al pabellón de Boris pero al oír el canto de los salmos, resolvieron esperar hasta que el príncipe se duerma. No bien el príncipe se acostó en su lecho, los asesinos irrumpieron en la tienda y traspasaron con sus lanzas al príncipe y a su sirviente Jorge, un húngaro, quien intentó a cubrir el Santo príncipe con su cuerpo. Todavía respiraba el Santo Mártir cuando los asesinos lo envolvieron en un manto del pabellón y lo llevaron al Sviatopolk. Este, al saber que San Boris todavía vivía, mando a dos hombres a darle una estocada en el corazón. El cuerpo de Santo príncipe fue llevado en secreto a Vishgorod y enterrado en la iglesia de San Basilio.

Después del asesinato de San Boris, Sviatopolk mando emisarios a San Gleb, quien en ese momento se encontraba cerca de Smolensk, para llamarlo a que vaya a visitar a su padre quien, segun dijo, estaba gravemente enfermo. El joven príncipe, ya fue puesto en conocimiento del crimen cometido por Sviatopolk. Rezaba con lágrimas en sus ojos por su padre y su hermano, cuando aparecieron los asesinos que mandó Sviatopolk, Goracer, el jefe de los asesinos, ordenó al cocinero del Santo príncipe, un turco, acuchillarlo. Esto aconteció el 5 de setiembre de 1015.

En el año 1019, después de la conquista de Kiev por Jaroslav, por orden de este príncipe el cuerpo de San Gleb fue encontrado, llevado a Vishgorod y sepultado junto a San Boris. Al poco tiempo sobre la tumba de los Santos Príncipes se produjeron milagros. Al incendiarse y quemarse la iglesia de San Basilio, las reliquias de los Santos fueron llevadas recién a una iglesia construida en Vishgorod en su honor. Al abrir los feretros de los Santos príncipes el Metropolitano Juan y los sacerdotes que acompañaban se encontraron frente a un hecho milagroso: los cuerpos de los Santos estaban blancos como la nieve y sus rostros irradiaban una luz celestial, en el aire se sentía un perfume especial.

En el año 1240, cuando el príncipe mongol Batey invadió Kiev, las reliquias de los Santos Boris y Gleb desaparecieron. La memoria sobre los dos Príncipes – Mártires es venerada en Rusia desde tiempos inmemoriales, lo que atestiguan, las muy numerosas Iglesias parroquiales construidas en su honor en todos los rincones de Rusia que quedaron indemnes hasta nuestros días.

El pueblo ruso veía a los Santos Principes-Martires como los protectores que rezaban e intercedían por él. Las crónicas contienen numerosos testimonios de las milagrosas curaciones que tuvieron lugar frente a las reliquias de los Santos Príncipes y también sobre las victorias obtenidas gracias a su ayuda.

 

 

La Beata Olimpiada, diaconisa y confesora.

7 de agosto (25 de julio según el calendario eclesiástico).

Santa Olimpiada fue hija de un noble dignatario y nació en Constantinopla alrededor del año 366.Su abuelo materno ocupaba un puesto muy importante en la corte del emperador Constantino, el Grande. Desde su temprana juventud Olimpiada fue prometida a un joven, pero el novio falleció antes del casamiento. Olimpiada decidió entonces quedarse doncella y dedico toda su vida a servir a Dios. Heredando una fortuna muy grande, y considerado que las riquezas pertenecen a Dios, las repartió entre los mendigos, iglesias, monasterios, hospedajes de peregrinos, cárceles, lugares de confinación. Sus biógrafos dicen que a nadie se negó su ayuda.

Por su vida virtuosa, Nectáreo, Patriarca de la Constantinopla (381-397) la consagró diaconisa. El Jerarca San Juan Crisóstomo, sucesor de Nectáreo en la cátedra de Constantinopla, respetaba su gran virtuosidad. Le escribió varios cartas, que se conservaron en las colecciones de sus escritos y tienen un gran valor espiritual. Los enemigos del Jerarca Juan Crisostomo, al destituirlo de la cátedra y desterrándolo, se lanzaron también contra Santa Olimpiada. Los últimos años de su vida tuvo que soportar muchas penurias y pruebas. Falleció en Nicodemia alrededor del año 410.Durante el Patriarca Sergio (610-638), sus Santas reliquias fueron trasladadas a un monasterio femenino, el cual fue fundado por la Santa en Constantinopla. Hay testimonios de varios milagros y curaciones de los enfermos, ocurridas gracias a su reliquias.

 

 

El Gran Mártir y Sanador Panteleimon.

9 de agosto(27 de julio según el calendario eclesiástico).

San Panteleimon nació en Nicodemia, Vifinia, una región de la Asia menor, su padre un noble pagano, le dio el nombre de Pantaleon que significa "León en todo. "Su madre, la justa Evula, lo educó en la fe cristiana, pero murió cundo el Santo era un niño. Pantaleon asistió en un colegio pagano y, luego, estudió medicina con un famoso medico. Fue presentado al emperador Maximiliano Galerno (286-303) quien retuvo a Pantaleon como médico en su corte.

En esos tiempos, en Nicodemia se ocultaban los presbíteros Ermolais, Fermín y Ermocrat quienes se salvaron de ser quemados con otros cristianos en el templo de la ciudad. El sacerdote Ermoláis observó al joven médico y le expuso las verdades fundamentales de la fe cristiana. Pantaleon comenzó a visitar al presbítero y recibió de Dios el don de curar las enfermedades invocando el nombre del Señor Jesucristo. Una vez, al ver en la calle un niño muerto por la mordedura de una víbora, Pantaleon comenzó a pedir a Dios que le devolviera la vida. El niño revivió y después de este milagro Pantaleon recibió el bautismo y fue llamado Panteleimon, que significa todo-misericordioso. Un día le llevaron a un ciego, Panteleimon comenzó a rezar a Jesucristo y el ciego recobro la vista. El padre de Panteleimon, presenciando este milagro, creyó en Jesucristo y se bautizó. Panteleimon curaba gratuitamente a todo aquel que recurría a él, ya sea con medicinas o con oraciones. Como consecuencia de estas buenas obras, apareció la envidia dentro del círculo médico, y estos denunciaron a Panteleimon como cristiano ante el emperador.

Maximiliano trató de convencer a Panteleimon que ofreciera un sacrificio a los ídolos, pero él se negó a realizarlo y además, delante de todos los presentes, sanó a un postrado. Lleno de ira, Maximiliano ordenó ajusticiar al enfermo curado y a Panteleimon someterlo a las torturas. A pesar de todos los torturas que le aplicaron Panteleimon seguía ileso.

Entonces trajeron a los presbíteros Ermolais, Fermin y Ermocrat, quienes fueron decapitados. Finalmente San Panteleimon fue decapitado y de sus heridas fluyo leche con sangre. Falleció el mártir en el año 305. El árbol de olivos al cual fue atado San Panteleimon mientras lo sometían de torturas, se cubrió de frutas. El emperador ordenó hachar el olivo y quemarlo junto con el cuerpo de Santo. Pero el cuerpo arrojado sobre la hoguera, quedo indemne y lo enterraron en las cercanías.

La vida, el martirio y la muerte de San Panteleimon, fueron escriptos por los testigos. Sus Santas reliquias, en pequeños pedazos, se dispersaron por todo el mundo cristiano. En el día de la conmemoración del Gran Mártir San Panteleimon, en Nicomidia se reúnen miles de cristianos ortodoxos y de otras creencias como armenios, católicos, y hasta musulmanes. Traen a cientos de enfermos, muchos de los cuales reciben la cura de sus enfermedades, gracias a las oraciones que ellos elevan al Santo. En la mitropolia de Nicodemia se guardan miles de manuscritos de testimonios de griegos, turcos, armenios, italianos, quien recibieron la cura.

El nombre de San Panteleimon se recuerda en las oraciones durante el oficio de petición para la gente enferma y durante la bendición del agua. Los médicos lo consideran su Patrono.

 

 

Santo-Mártir Valentín, Obispo de Interoma

12 de agosto (30 de julio según el calendario eclesiástico).

San Valentín fue el Obispo de la ciudad de Interoma de Umbría (Italia). Dios le concedió el Don de cura de los enfermos invocando el nombre de Jesucristo. Durante del gobierno del emperador Aureliano (270- 275) tres jóvenes de nombre Procul, Efiv y Apolino llegaron a Roma desde Atenas. Vinieron pera estudiar y se alojaron en la casa de su maestro Cratón. El hijo de Cratón se había lastimado la espalda de tal manera que, poco a poco comenzó a encorvarse de tal forma que el joven no podía enderezarse. Durante tres años consultó a varios médicos, pero sin ningún resultado. Finalmente Craton, pidió a San Valentín que rezara por su hijo enfermo.

Al llegar a Roma, el Jerarca se encerró con el joven en una habitación y toda la noche rezó fervientemente. A la mañana siguiente, el joven salió de la habitación completamente curado. La noticia de este milagro se difundió por Roma y muchos se convirtieron a la fe cristiana y entre ellos, el hijo de Avundio, el intendente de la ciudad. Este último era un pagano fanático y descargó toda su ira sobre Jerarca Valentín, a quien quiso hacer perjurar a la fe y adorar a los ídolos. No pudo conseguir nada y lo arrojo a la cárcel. Allí el Santo fue visitado por los discípulos de Craton quienes abrazaron el cristianismo. Al poco tiempo a San Valentín lo decapitaron. Luego, por la difusión de la fe cristiana, también fueron torturados los discípulos de Craton: Prokulio, Evfibio y Apolonio. Avudio los enterró al lado del San mártir Valentín.

 

 

El Beato San Basilio, Necio por Cristo.

15 de agosto (2 de agosto según calendario eclesiástico).

San Basilio nació en el año 1464 en la aldea Elojov, cerca de Moscú, en una familia campesina. Cuando el niño creció, lo entregaron para que aprenda el oficio de zapatero. Muy rápido su maestro comprendió que su alumno no era un niño común. Un comerciante entró al taller para encargar un par de botas y pidió que fueran de tal calidad que pueda usarlas mas de un año. Basilio apenado dijo: "Las haremos de tal manera que no llegaras a gastarlas." Pasando algunos días el comerciante murió.

A los 16 años, Basilio abandonó su casa paterna y fue a Moscú. Allí comenzó su nuevo sacrificio de necio por Cristo. Durante las heladas invernales y el calor veraniego, el Beato ambulaba por las calles de Moscú descubierto y descalzo. Un día tumbó un puesto que vendía pan, derramó un cantero con bebida. Los vendedores lo golpearon duramente y el con alegría recibía los golpes y agradecía a Dios. Luego se supo que los panes tenían una sustancia dañina y que la bebida fermentada no estaba apta para el consumo. Por todo esto mucha gente comenzó a notar que el Beato era un hombre de Dios.

A veces, mediante alegorías o señales, o de una forma muy directa y sincera, predecía tanto los infortunios con los que se castigaba a los pecadores, como también el bienestar con que se premiaba a los virtuosos. En algunas ocasiones entraba en las tabernas para salvar a los borrachos que sucumbían por su vicio. En las calles y plazas enseñaba a la gente como seguir la senda de bien. Hasta el mismo Zar Juan el Terrible, recibía del Beato las enseñanzas referidas a la virtud de la piedad. Así un día, durante el oficio religioso, el Zar pensaba como iba a adornar mejor su palacio que estaba en los colinas de Vorobiov. Después del oficio, el Beato le hizo una observación al Zar que este último, con sus pensamientos no estaba en el templo sino en el palacio. El Zar reconoció su falta y desde entonces estimó aún más al necio Basilio.

Una vez, un comerciante comenzó a edificar un templo, pero las bóvedas del mismo se desmoronaban. El Beato aconsejó al comerciante a viajar a la ciudad de Kiev:" Encuentra allí a Juan; él te aconsejará cómo deberás terminar la construcción de la iglesia." El comerciante así lo hizo y encontró a Juan sentado en su choza meciendo una cuna vacía. "ΏA quien estas meciendo?" – pregunto el comerciante. "A mi querida madre, le pago la deuda que la debo por mi nacimiento y mi crianza." Entonces, el comerciante se acordó que había echado de la casa su madre y comprendió entonces porque no podía llegar al término con la construcción del templo.

Con alegría el Beato ayudaba a aquellos que se avergonzaban a pedir limosna aunque ellos la necesitaban. Así, una vez, entregó los regalos que le había dado el Zar a un comerciante extranjero quien quedó sin medios económicos para poder vivir. Hasta en la gente perdida moralmente, veía una pizca de bondad y los reconfortaba cariñosamente y los animaba. Al pasar en frente de aquellas casas donde la gente se emborrachaba y se divertía con desenfreno, abrazaba las esquinas de la casa y decía: "Los ángeles están afuera de las casas, afligidos por los pecados humanos."

Muy seguido, el pueblo se burlaba y golpeaba al Beato Basilio, que soportaba todo con humildad. Las noches las pasaba en el atrio de las iglesias en oración y meditación. Dios distinguió a este hombre pío con el Don de clarividencia y el Don de poder realizar milagros. Así, por las oraciones del Beato Basilio delante del icono de la Santa Madre de Dios de Vladimir, Moscú y con ella toda Rusia, se salvaron del invasión del Khan Majmet Guirei en el año 1521. Este Khan que ya había incendiado y quemado los alrededores de Moscú, se atemorizó ante la visión de una multitud de soldados y se retiró a las fronteras de Rusia.

En el año 1547, el Beato lloraba desconsoladamente, presintiendo el incendio de Moscú, que posteriormente destruyo casi toda la ciudad. Al poco tiempo, durante un almuerzo en los aposentos del Zar, el Beato, arrojó tres veces el vino por la ventana diciendo que estaba apagando el incendio que se producía en Novgorod. Así fue en realidad, en ese momento en Novgorod comenzó un incendio, pero no pudo expandirse porque un hombre desconocido apagaba las casas incendiadas. Cuando mas tarde algunos habitantes de Novgorod, viajaron a Moscú, reconocieron en el Beato a aquel hombre desconocido.

Falleció el Beato Basilio a los 88 años en el 1552. El mismo Zar Juan, llevó su cuerpo a la iglesia para el oficio de la defunción. San Basilio fue enterrado en Moscú, en la catedral de del Manto de la Santa María de Dios, que habitualmente es llamada el templo de Basilio, el Beato. Sus reliquias se glorificaron por los numerosos milagros realizados ante ellas. Las pesadas cadenas de asceta que llevaba sobre su cuerpo estaban guardadas en la Academia Espiritual de Moscú.

 

 

La Justa Santa Nona.

18 de agosto (5 de agosto según el calendario eclesiástico).

Santa Nona nació a fines del tercer siglo en el seno de una familia cristiana. Se casó con Gregorio, un gobernador y rico terrateniente de la región Capadocía, en Asia Menor. El esposo de Nona, al principio era pagano y adoraba al principal ídolo y le rendía culto al fuego. Nona tuvo una hija Gorgonia, y dos varones, Gregorio y Cesares. La madre los educaba dentro de los preceptos de la fe cristiana y rezaba fervientemente para que también su esposo se convierta a la verdadera fe. El señor escuchó sus rezos; su marido creyó en Cristo, se bautizó y se entregó por completo a la Iglesia. Alrededor del año 325 fue consagrado presbitero y luego obispo de la ciudad de Nizianza de Capadocia. También la devota Nona, en ese tiempo, fue ordenada Diaconisa, y después de esto, se dedicó con todo corazón a la beneficencia.

En el año 359, el hijo de Nona, Gregorio, terminó sus estudios, retornó a su patria y fue bautizado por su propio padre. Fue también el padre quien dos años mas tarde ordeno al sacerdocio al joven Gregorio. Este joven sacerdote al cabo de varios años fue el Patriarca de Constantinopla, uno de los más perspicaces y profundos escritores religiosos. Por dicha actividad recibió el titulo honorífico de Teólogo. Los últimos años de su vida, Santa Nona se dedicó totalmente a la Iglesia. Su virtuosa muerte tuvo lugar en el año 374. Sobre la virtuosidad de la Santa Nona, se puede juzgar tomado en cuenta, que cinco de los miembros de su familia (incluyendo a ella) fueron santificados por la Iglesia.

 

 

La Santa Mártir Susana.

24 de agosto (11 de agosto según el calendario eclesiástico).

Santa Susana fue hija única del sacerdote romano Gavania, un familiar del emperador Diocleciano (284-305). Educada en el espíritu de la fe cristiana y dentro de las reglas de verdadera devoción, estudió diferentes ciencias y era considerada como una doncella muy instruida e inteligente. Físicamente muy bella, se distinguía por su castidad, firmeza en su fe y ferviente amor por Cristo.

A fin de consagrarse por completo a Dios, la casta Susana se negó a la proposición de Diocleciano de contraer matrimonio con el futuro emperador Galerio y quiso permanecer virgen, siguiendo así el ejemplo de Virgen María.

Diocleciano, para inclinarla a aceptar el matrimonio, la instaló en su palacio y la encomendó a su esposa, la reina Sirena, a convencerla para que se casara. Pero la emperatriz también era cristiana, pero en secreto, y se alegró de la firme resolución de Susana. Al saber por boca de su esposa de la persistencia en no contraer matrimonio por parte de Susana, Diocleciano le dio permiso a su hijo Maximiliano a deshonrarla. Por eso ordenó que fuera devuelta a casa de su Padre. Cuando por la noche, Maximiliano visitó a Susana, la encontró rezando a Dios. Lleno del deseo deshonesto, quiso acercarse a ella pero, al ver sobre su cabeza un ángel que irradiaba una brillante luz, se asustó y huyó al palacio donde relato, lo visto a Diocleciano.

Entonces Diocleciano envió a un cruel torturador de cristianos llamado Macedonio a obligar a Susana a rendir culto a un idolo. Tampoco pudo convencerla y, entonces, sin misericordia Macedonio comenzó a apalear a la mártir. Santa Susana seguía inquebrantable. Al enterarse, Diocleciano ordenó al inhumano Macedonio a despedazarla con una espada. Todo esto tenia lugar en la casa paterna de la Santa. La valentía y la inquebrantable fe de Susana, a tal punto asombro a sus familiares, que todos ellos – el dignatario Claudio, su esposa Prepedinga, sus hijos Alejandro y Kufio y también su hermano Claudio Máximo --- tomaron el Bautismo. Al poco tiempo de la muerte de Santa Susana, su padre y su hermano Gay, también sufrieron el martirio y murieron. Las reliquias de Santa Susana y de su Padre se encuentran en Roma, en la iglesia que lleva su nombre.

 

 

El Jerarca Tíjon de Zadonsk.

26 de agosto (13 de agosto según el calendario eclesiástico).

El Jerarca Tíjon (Timoteo en la vida secular) nació en el año 1724 en el seno de familia muy pobre de un lector de salmos y oraciones en la iglesia de la aldea de Korozk (distrito de Valdai). Al poco tiempo de nacer quedó huérfano de padre. Su infancia y adolescencia transcurrieron en la mayor indigencia. A veces trabajaba el día entero para un vecino de su aldea, por un pedazo de pan. Por un hecho casual pudo evitar el reclutamiento como soldado, y entró a estudiar al seminario de Novgorod donde después fue perceptor. Algunos acontecimientos especiales, como su milagrosa salvación de un peligro de muerte y diferentes visiones, lo predispusieron para una vida monacal. En 1758 tomo los hábitos con el nombre de Tijon. Al año siguiente fue designado rector del seminario del Tvier, donde dictó un curso de teología moral. Los dictaba en el idioma ruso y no en latín como era habitual en ese entonces. A sus clases asistían no solo los estudiantes del seminario, sino, también numerosas personas ajenas.

En 1761, de treinta y siete años, el Jerarca Tijon, siguiendo un claro designio de Dios, fue elegido obispo. Durante de dos años fue vicario en Novgorod y alrededor de cuatro años (1763-1767) encabezó la cátedra de Voroniez. Durante todo el tiempo que duró en el obispado, fervorosamente predicó e impulsó a los sacerdotes que estaban bajo su mando a hacer lo mismo. En Voroniezh, desde los tiempos paganos, se realizaba la festividad en honor de Iarilo dios-idolo, durante las cuales se cometían numerosas inmoralidades. En una de esas ocasiones San Tijon llega imprevistamente a la plaza justo en el momento culminante del alegre desenfreno y comenzó a fustigar. A la gente sus palabras tuvieron tal efecto que la fiesta no se volvió a realizar nunca más.

Debido a tanto esfuerzo, se resintió la salud del San Tijon quien solicitó la renuncia de su cargo. Los últimos 16 años de su vida (1767-1783) los paso en el retiro de Zadonsk (el monasterio de la Virgen María de Zadonsk esta ubicado a orillas del río Don, al norte de la ciudad de Voroniezh). Todo su tiempo, en excepción de cuatro o cinco horas, lo dedicaba a la oración, la lectura de la palabra de Dios, a los asuntos de beneficencia y a la redacción de textos destinados a proporcionar ayuda espiritual a los fieles. Diariamente iba al templo. En su casa, con frecuencia hincaba las rodillas y, de sus ojos fluían abundantes lagrimas mientras, como el mas empedernido pecador, exclamaba: "Señor, ten misericordia! Señor ten piedad !" Como una necesidad para el alma, todos los días leía varios capítulos de las Santas escrituras (especialmente el libro del profeta Isaias).Al viajar siempre llevaba consigo un pequeño libro de salmos. Su jubilación, que consistía en 400 rublos, la destinaba a la beneficencia. También hacia lo mismo con todo lo que le regalaban.

Generalmente, vestido como un moje común, se dirigía a la cercana ciudad de Elets, donde visitaba a los detenidos en la cárcel. Consolándolos, los inducía al arrepentimiento y luego les daba una limosna. El Santo no tenía ninguna ambición de riqueza, era sumamente desinteresado; el ambiente en el cual vivía era muy sencillo y pobre. Al sentarse a la frugal mesa, frecuentemente se acordaba de los pobres que no tenían alimento y se acusaba de trabajar poco para la Iglesia. Entonces, amargas lágrimas brotaban de sus ojos. Impulsivo y temperamental por naturaleza, era sorprendente dulce y apacible. Se inclinaba ante su lego, pidiéndole perdón por alguna palabra que le pareció que era ofensiva. Trataba siempre de pagar con bondad cuando alguien lo ofendía.

En una ocasión, estando en la casa de un conocido, entabló una conversación con un noble influenciado por las ideas de Voltaire y tranquilamente, pero con tanta convicción, rebatió los argumentos del ateo que este hombre, siendo muy orgulloso, no pudo soportarlo y, en un rapto de ira, abofeteó al Santo. Entonces San Tijon se arrojó a sus pies pidiendo perdón por haberlo enojado. Esta actitud tan humilde del Santo, produjo tal efecto sobre el insolente y orgulloso ofensor, que se convirtió a la Fe Ortodoxa y, desde entonces, fue un buen cristiano.

San Tijon poseía el don de la clarividencia, como también el don de realizar los milagros. Además, leía los pensamientos de aquellos que conversaban con él. En el año 1778, cuando nació Alejandro I, el Santo predijo muchos acontecimientos que luego ocurrieron durante el reinado de este Zar. Entre ellos la salvación de Rusia del invasor Napoleón y su final. "Dios siempre escuchaba las oraciones del santo," decía el hermano monje del Santo. A San Tijon le gustaba hablar con la gente común, pobre y humilde. Los consolaba en sus penas y les brindaba ayuda económica. Los niños del barrio vecino al monasterio lo visitaban y el Santo les enseñaba distintas plegarias y les regalaba dinero. Su muerte llena de beatitud fue el 13 de agosto del 1783.Tuviero que pasar 63 años para que se abrieran sus reliquias y, en el año 1861 fue canonizado. El mas difundido de los trabajos de San Tihon es " El tesoro espiritual, del mundo recopilado."

 

Los Santos Mártires Adrián y Natalia.

8 de septiembre (26 de agosto según calendario eclesiástico).

Los esposos Adrián y Natalia vivían en la ciudad de Nicodemia en la región de Vifania, en Asia menor. Adrián era pagano y era un dignatario del emperador Maximiliano Galerio (305–311),perseguidor de los cristianos. Natalia era cristiana, pero lo mantenía en secreto. Durante la persecución, en una cueva cercana en Nicomidia se ocultaban 23 cristianos. Habiendo sido descubiertos, los capturaron, los juzgaron tratando de persuadirlos a que ofrecieran un sacrificio a los ídolos. Después los llevaron al juzgado para anotar sus nombres. Allí se encontraba Adrián que era el director de la sala del Juzgado. Adrián les preguntó a los cristianos cual era el premio que ellos esperaban recibir de sus Dios por haber soportado las torturas. La respuesta fue: "Cosas que ojo no vió, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman" (1 Cor. 2:9). Al oír esto, Adrián dijo a los escribas: "Anota mi nombre junto al de ellos porque yo soy un cristiano"! Después de estas palabras Adrián fue encarcelado. El emperador le aconsejó, al borrar su nombre de la lista de los cristianos, a disculparse, pero Adrián contestó que no había perdido la razón y actuaba de esta manera por su propia voluntad. En ese momento tenia 28 años.

Natalia al saber lo que había pasado se apresuró a la cárcel para alentar a Adrián y a instarle a que sea valiente. Después de comunicar a los encarcelados cristianos que ellos fueron condenados a la pena de muerte, a Adrián lo dejaron salir de la cárcel para que fuera a su casa brevemente para avisar a su esposa de su condena. Al verlo, Natalia temiendo que Adrián había abdicado de Cristo, no lo dejó entrar en la casa.

Al volver a la cárcel, Adrián, junto con los demás mártires fue sometido a las mas horribles torturas. Los verdugos con pesados mazos, les quebraron los brazos y las piernas. Así los mártires antes de morir sufrían espantosos dolores. Cuando le llegó el turno a Adrián, lo que mas temía su esposa, es que le falte coraje y que negara a Cristo. Por ello, lo acompañaba dándole fuerzas y sosteniéndole sus brazos y piernas que el verdugo quebraba con el mazo. Falleció Adrián junto a los demás mártires en el año 304. Cuando trataron de incinerar sus cuerpos, se levantó una tormenta, el horno se apagó y varios verdugos fueron muertos por un rayo.

El jefe del ejercito quería casarse con Natalia que todavía era joven y rica, pero ella, antes de que Adrián muriera, le pidió a su esposo de que él rogara a Dios para que no la obligaran a casarse. Muy pronto Adrián se le apareció en el sueño y le dijo que en poco tiempo, ella lo seguirá. Así sucedió. Natalia falleció sobre el sepulcro de su esposo cerca de la ciudad de Bizancio, adonde los cristianos llevaron al cuerpo de Adrián.

 

 

El Noble Príncipe San Alejandro Nevsky.

12 de sept., 6 de dic. (30 de ago.,23 de nov. según el calendario eclesiástico).

Entre los príncipes, defensores de la tierra rusa y de la Fe Ortodoxa durante el yugo mongólico, en especial, se destacó el príncipe San Alejandro Nevsky.

Hijo del Gran Duque Iaroslav, nació poco antes de la invasión de los mongoles en el año 1220 y, bajo la guía de su devota madre, Santa Teodosia, recibió una buena educación de un profundo carácter religioso. Su infancia y su juventud las pasó en Novgorod, donde gobernaba su padre pero, y donde luego él, siendo todavía joven, tuvo que asumir la pesada carga de gobierno. La región de Novgorod se salvó de la devastación y el saqueo de los tártaros, pero sufrió la fuerte presión de sus vecinos occidentales: los lituanos, los germanos y los suecos. San Alejandro Nevsky tuvo que encabezar una pesada lucha contra ellos, defendiendo la independencia de la tierra rusa, como también preservar y defender la Iglesia rusa de los ataques de diferentes lados.

Al ver los Papas de Roma que podían contar con la voluntaria subordinación de la Iglesia rusa, resolvieron aprovechar el estado débil e indefenso de Rusia, presionándolos, obtener la dependencia de la Fe Ortodoxa rusa. Fue promulgada la bula en el año 1237, que llamaba a los suecos a realizar una cruzada para castigar a los finlandeses, quienes se rebelaron contra la propaganda del catolicismo y al mismo tiempo convertir a esta religión a los rusos. Se anunció que todos los participantes de la cruzada recibirian el perdón de sus pecados y los caídos en la lucha, el goce eterno. Se formo así un gran ejercito sueco al mando del Birger. Este ejército desembarcó en el año 1240 en las orillas del río Nevá. Después de una fervorosa oración en la catedral de Santa Sofía, el ejercito ruso, no muy grande, conducido por el príncipe Alejandro, se dirigió a enfrentar al enemigo.

El valiente príncipe dirigió a sus huestes un breve pero sentido discurso: "Hermanos, somos pocos y el enemigo es fuerte, pero Dios no esta en la fuerza sino esta en la Verdad. Recordemos las palabras del Creador de los salmos:....... estos en carros, aquellos a caballo, y nosotros el nombre de Dios invocaremos.....No os amedrentéis por el número de los combatientes, porque Dios está con nosotros."

Animado por la visión que tuvo el soldado Pelgucio de los Santos Boris y Gleb, San Alejandro, en la noche del 15 de julio 1240, atacó al enemigo y le infringió una decisiva derrota. "Los seguidores de Roma fueron derrotados y humillados," exclamaban con alegría los habitantes de Novgorod al festejar la Victoria.

Al poco tiempo tuvo lugar otro ataque del mundo occidental latino a la fe ortodoxa rusa. Esta vez de parte del orden livono de caballeros de Port-Glave. Estos caballeros, entre religiosos y militares, obligaron a los habitantes de las orillas del mar Báltico, a convertirse al catolicismo. Para ello usaban la fuerza de sus armas. Después entraron en el territorio ruso y tomaron ciudades Pskov y Iuriev, convirtiendose en una amenaza para Novgorod. Alejandro fue obligado a dejar esta ciudad por los desordenes del pueblo y retirarse a Suzdal. Bajo la influencia del peligro, los habitantes de Novgorod entraron en razón y fueron a pedirle al príncipe Alejandro que vuelva y les ayude a derrotar al enemigo. Olvidando todas las ofensas, y juntando toda la fuerza militar, Alejandro atacó al enemigo, liberó a Pskov, y se dirigió al lago Chudsko, donde tomó lugar la famosa batalla sobre el hielo. Esta batalla se llama: "batalla sobre los hielos." Esta victoria (5 de abril del 1242) quebró a los lituanos y detuvo su penetración en la tierra rusa.

El Papa Inocencio IV, al sufrir esta derrota, se dio cuenta que no podía mediante el uso de la fuerza subordinar al fiel defensor de la religión ortodoxa y resolvió, desde entonces, utilizar medios pacíficos. En el 1251 envió dos cardenales para una entrevista con el príncipe Alejandro, con una misiva en la cual lo invitaba estar bajo de la protección de Roma. El príncipe Alejandro respondió": Nosotros conocemos la verdadera doctrina de la Iglesia y nunca aceptaremos la suya!"

Las novedades sobre el valeroso príncipe y sus gloriosa victorias llegaron hasta el Khan de los tártaros. Después de la invasión de los tártaros, los príncipes visitaban el Horda tártara, como una señal de sumisión y viajaban para ver al Khan. El Santo Alejandro todavía no había ido. Cuando el Khan Batey deseó verlo, San Alejandro entendió que es imposible ignorar su invitación, y reconfortado por las oraciones y las palabras de despedida del prelado de Novgorod, se dirigió a la Horda. Allí los sacerdotes paganos exigieron que, según la tradición, el príncipe, antes pasara por el fuego purificador y se postrara ante las imágenes de los antepasados del jefe tártaro. El defensor de la Fe de Cristo contestó, con dignidad, de la siguiente manera": Soy cristiano y no debo inclinarme ante ninguna creación humana." Al oír sus palabras, los sacerdotes se apresuraron a trasmitirlas al Khan Batey. Todos los que viajaron a la Horda acompañando a Alejandro se atemorizaron con lo que iba suceder. Al ser introducido ante el jefe tártaro, San Alejandro se inclinó en una reverencia y dijo:" Zar, me inclino ante ti porque Dios te ha honrado con un reino, pero nunca me inclinare ante algo creado por hombre. Únicamente a Dios es al quien sirvo, adoro, reverencio y me arrodillo! "Estas sabias palabras le gustaron tanto al Khan que, muy pronto y con grandes honores despidió al Santo príncipe.

Con posterioridad, San Alejandro, quien desde 1252 fue el Gran Príncipe de Vladimir, tres veces mas viajó al Horda, tratando de disminuir las desgracias y las calamidades con las cuales los tártaros amenazaban al pueblo y la tierra rusa. En su último viaje se enfermó y 14 de noviembre 1263 falleció en Gorodetz de Povolzsk. Cuando la triste noticia llego a la Ciudad de Vladimir, el metropolitano Cirilo, la comunicó con las siguientes palabras: "Hijos queridos, el sol de Rusia se ha extinguido." Todos lloraban la pérdida del príncipe.

Durante el reinado del Emperador Pedro I (1724) se llevaron sus imperecederas reliquias a Petrograd, donde se encuentran en el presente en el monasterio de Alejandro Nevsky.

 

 

Folleto Misionero # S

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Editor: Obispo Alejandro (Mileant)

 

 

(vida_santos_4.doc, 12-08-2001).

 

 

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Nik Mitakis

 

C. M.

5-06-02